Argentina elige nuevo presidente

Los ciudadanos argentinos elegirán este domingo un nuevo presidente que precederá en el cargo a Alberto Fernández en un comicio que los propios protagonistas anticiparon que será “histórico”. A partir de las 8 de la mañana, los colegios electorales abrirán sus puertas para que más de 35 millones de ciudadanos puedan ejercer su derecho a voto en el marco de una jornada democrática que estará signada por la ruptura de la tradicional disputa entre dos fuerzas a raíz de la irrupción del liberal Javier Milei, quien en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se impuso como el candidato más votado.

Si bien los argentinos no solo elegirán jefe de Estado, pues también se renovarán 130 diputados, 24 senadores y cargos regionales, la contienda por el sillón de Rivadavia emerge como el punto central de la discusión electoral sobre la que se avizora un escenario abierto que solo tiene una certeza: desde el 10 de diciembre habrá un nuevo mandatario o mandataria en funciones, el mismo día que se cumplen 40 años de democracia ininterrumpida.

Las sensaciones que dejaron las PASO y los sondeos posteriores apuntan a que el vencedor definitivo no saldría este domingo debido a que una victoria en esta instancia implicaría que el primero coseche más del 45 por ciento de los votos o logre obtener, al menos, el 40 por ciento acompañado de más de diez puntos de diferencia respecto a su inmediato perseguidor. Ninguno de esos escenarios se dio el pasado 13 de agosto.

El candidato a presidente más votado en las Primarias fue el de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien dio la sorpresa al llevarse el 29,86% de los sufragios. Con un discurso “anticasta” y enarbolando la bandera de la libertad, el economista que arribó a la política como un outsider emergió como la tercera vía y sacudió la configuración tradicional al llevarse una de cada tres adhesiones.

Junto a su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, el actual diputado nacional se calzó el traje de rockstar para saltar en escena como una figura disruptiva que pretende reducir al mínimo el rol de Estado, dolarizar como vía de salida a la crisis económica y aplicar el “plan motosierra” para achicar el gasto público, entre otros puntos. Durante toda su campaña centró su discurso en las propuestas económicas con una defensa eufórica de las ideas a las que buscó trasladar, principalmente, a los jóvenes.

El liberal llega a las urnas con semanas agitadas puertas adentro y fuera del espacio con declaraciones de referentes que desencadenaron réplicas por parte de otras fuerzas políticas o sectores como la Iglesia Católica, que rechazó la propuesta de uno de los oradores del acto de cierre de campaña en la que instó a que Argentina corte relaciones diplomáticas con el Vaticano.

Enfrente estará el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, quien en las PASO se impuso en la interna al dirigente social Juan Grabois por un amplio margen y cerró como el segundo candidato más votado, mientras que a nivel fuerza concluyeron en tercer lugar. Tras una campaña en la que buscó polarizar con Milei (lo profundizó en los debates televisivos), el candidato peronista llega a las urnas con un dólar récord por encima de los 1.000 pesos y dos meses consecutivos de inflación con cifras de dos dígitos, pero con la mira puesta en una posible segunda vuelta.

Gobernadores, legisladores e intendentes del espacio se mostraron confiados en que el líder del Frente Renovador será uno de los candidatos más votados, traccionado por los comicios regionales. “Desde abajo hacia arriba, con boleta completa”, señalan haciendo especial énfasis en esta última parte, principalmente en la provincia de Buenos Aires. Es que, entienden, el desempeño en la “madre de las batallas” será clave, ya que concentra más de un tercio del electorado nacional y, si bien en las primarias el gobernador Axel Kicillof se impuso con el 36% de los votos, las fórmulas presidenciales de Unión por la Patria cosecharon cuatro puntos menos. Diferencia que podría definir el ingreso al balotaje.

La última protagonista del escenario de tercios que domina la escena política es Patricia Bullrich, quien venció a Horacio Rodríguez Larreta en la interna y junto a quien alcanzó el segundo escalón con el 28,27%. La exministra de Seguridad de la Nación durante el gobierno de Mauricio Macri recuperó centralidad en el tramo final de la campaña con un tono más combativo y una batería de críticas al kirchnerismo centralizada en la seguridad y la corrupción con el objetivo de diferenciarse de Massa, mientras que, para polarizar con Milei, se centró en la alianza que selló con el histórico gremialista Luis Barrionuevo.

Desde Juntos por el Cambio se muestran optimistas por el desarrollo de los comicios provinciales en los que los candidatos del espacio se impusieron a los oficialismos de peso como en Chaco o San Luis. Además, en los últimos días, Bullrich confirmó a Rodríguez Larreta como hipotético jefe de Gabinete lo que terminó de sellar la alianza con el ala moderada del PRO que en las primarias obtuvo el apoyo de otros importantes sectores internos como el radicalismo o el liberalismo. En paralelo, el expresidente Mauricio Macri se sumó en el tramo final de la campaña y expresó su apoyo a Bullrich en medio de una ola de trascendidos que lo ubicaban más cerca de Milei.

La nómina de aspirantes la completan la candidata del Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad, Myriam Bregman, y el peronista disidente de Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti. En las PASO, ninguno de los dos lograron alcanzar los dos dígitos de intención de voto (3,83% y 2,65%, respectivamente) y, a priori, no tienen opciones de pasar a una segunda vuelta hipotética frente a los tres competidores que emergen como favoritos. Con múltiples interrogantes, un escenario abierto y una posible segunda vuelta en el horizonte, los argentinos van a las urnas en una nueva jornada electoral.