Argentina envía brigadistas y un helicóptero Chinook para combatir los incendios forestales en Chile

El propio mandatario del país trasandino, Gabriel Boric, agradeció al Presidente Alberto Fernández, quien a través de las redes sociales destacó “la solidaridad latinoamericana”.

El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, dispuso el envío de apoyo a Chile para combatir los más de 191 incendios activos que golpean la zona centro-sur (ver página 7) y que llevaron a la administración de Gabriel Boric a declarar el estado de catástrofe en la región.

Luego del pedido de ayuda que formalmente solicitó el gobierno chileno, la cartera que conduce Juan Cabandié dispuso enviar al país trasandino 64 combatientes de incendios forestales, 15 camionetas 4x4 con equipamiento forestal y kits de ataque, un camión autobomba forestal 4x4 tipo URO y el helicóptero Boeing CH-47 Chinook -con capacidad de 10.000 litros de agua- para combatir el complejo frente de incendios forestales.

En la tarde de ayer el presidente chileno Gabriel Boric agradeció el apoyo de la República Argentina. Gracias al trabajo en conjunto de las brigadas nacionales Centro y Sur del Servicio Nacional de Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los recursos enviados ayudarán a controlar los más de 45 focos que están fuera de control y que arrasaron más de 40.000 hectáreas.

En respuesta al mensaje del mandatario trasandino, el Presidente Alberto Fernández destacó vía Twitter: “La solidaridad latinoamericana es nuestra guía para fortalecernos. Estaremos siempre para acompañarlos y ayudarlos a superar momentos difíciles, como este. Somos una región de pueblos hermanos”.

Dos años atrás, la situación fue inversa y la Conaf (Corporación Nacional Forestal de Chile) prestó colaboración y los recursos necesarios para conjurar los incendios de campos y bosques. Hoy, Chile busca refugio en la experiencia argentina.

El viernes fuentes oficiales chilenas confirmaron decenas de muertos por los incendios forestales que afectan a la zona centro-sur de Chile y que llevaron a la administración de Boric a declarar el estado de catástrofe en esa región.

Estos incendios se producen durante una ola de calor extremo, lo que hace temer a las autoridades un desastre como el que se vivió a inicios de 2017, cuando un gigantesco incendio forestal causó 11 muertos, unas 6.000 víctimas, destruyó más de 1.500 casas y afectó 467.000 hectáreas de tierra.

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