Cómo fue mutando la estructura del gobierno bonaerense en estos dos años

El gobernador Axel Kicillof reubicó ministros, creó nuevas carteras y renovó el tablero provincial en pos de encontrar soluciones para afrontar el doble desafío que implicaba el coronavirus y la crisis económica.

A lo largo de estos dos años de gestión, los cuales se vieron alterados por la aparición de una pandemia con severas consecuencias y alcances, el gobierno bonaerense ha implementado numerosas modificaciones en su estructura, incluyendo reubicaciones de ministros y creaciones de nuevas carteras, entre otras iniciativas.

Son ocho los ministros de aquella formación inicial que se mantienen en sus puestos. Se trata de Sergio Berni en Seguridad; Julio Alak en Justicia y Derechos Humanos; Jésica Rey en Comunicación Pública; Javier Rodríguez en

Desarrollo Agrario; Pablo López en Hacienda y Finanzas; Estela Díaz en Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual; Augusto Costa en Producción, Ciencia e Innovación; y Mara Ruiz Malec en Trabajo. Esta última funcionaria podría dejar la cartera laboral si finalmente se termina de confirmar la llegada a la misma del hasta ayer intendente de Almirante Brown y desde ayer diputado provincial, Mariano Cascallares.

Los cambios empezaron en mayo de 2020, cuando desde Nación solicitaron los servicios de la marplatense Fernanda Raverta, actual directora ejecutiva de Anses y por entonces ministra de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia, función que hoy cumple Andrés Larroque.

Para fines de julio de 2021, semanas antes de las PASO, quien dejó su lugar como ministro de Salud fue Daniel Gollan, para dedicarse de lleno a la campaña electoral que lo ubicó con una banca en el Congreso de la Nación.

Teresa García, ministra de Gobierno, hizo lo propio el Día de la Primavera y cedió su espacio a Cristina Álvarez Rodríguez, sobrina nieta de Eva Duarte de Perón.

Ese mismo día se produjo la salida de Carlos Bianco. El jefe de Gabinete y brazo derecho del gobernador cedió su lugar a

Martín Insaurralde, hombre ligado a la vicepresidenta de la Nación (Cristina Fernández de Kirchner) y primer intendente en desembarcar en la mesa chica de Kicillof. A Bianco (jefe de Asesores) lo siguió Agustín Simone, quien dio un paso al costado para que a Infraestructura arribe Leonardo Nardini, intendente de Malvinas Argentinas.

Las variantes continuaron con la directora General de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila, quien fue reemplazada por Alberto Sileoni, y reubicada en la Secretaría General, de donde se alejó Federico Thea, para incursionar en el Tribunal de Cuentas.

Pero los enroques no son todo. Además, el gobernador aceleró la creación de nuevos ministerios y, para ello, elevó la categoría del Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, que mantendrá a su titular, Simone, pero esta vez con la categoría de ministro.

En ese marco, el gobernador decidió darle peso al OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) y transformarlo en un área independiente (una vieja deuda bonaerense y el sueño de Osvaldo Mércuri, expresidente de la Cámara baja provincial), convocando a la esposa de Federico

Otermin, quien recientemente fue confirmado en la presidencia de Diputados. Daniela Vilar es diputada de la Nación y, desde 2019, su agenda en la Cámara giró en torno a los temas ambientales, por lo que su designación no causó sorpresa.

Asimismo, Jorge D’Onofrio, político de dilatada trayectoria tanto en el ámbito nacional como en la Provincia, donde supo ocupar bancas en la Legislatura y el Congreso y que siempre estuvo ligado al tema de Seguridad, fue confirmado para encabezar la nueva cartera de Transporte.

Finalmente, Kicillof confirmó la reaparición del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires (organismo que durante la gestión de Daniel Scioli estaba ubicado en calle 47 entre 5 y 6, sobre la misma vereda del IPS) y para ello convocó a la titular del Consejo de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico bonaerense, la platense Florencia Saintout.

De esta manera, numerosos cambios han ido teniendo lugar en la administración bonaerense entre 2020 y 2021, siempre bajo la marca de una pandemia que sumó cuantiosas complicaciones a un distrito que se presentaba muy golpeado tras los cuatro años de gestión vidalista.

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