Crisis energética: Argentina depende de la electricidad importada

A pesar de los esfuerzos del Plan Verano, el sistema no logró sostener la demanda.

La primera ola de calor expuso la fragilidad del sistema eléctrico argentino. Con consumos históricos que superaron los 24.500 MW, el gobierno de Javier Milei recurrió a la importación de electricidad desde Brasil, Bolivia y Paraguay. Brasil aportó más de 1.760 MW, un salvavidas clave para evitar cortes masivos.

A pesar de los esfuerzos del Plan Verano, el sistema no logró sostener la demanda. Las represas de Comahue y Salto Grande recuperaron algo de hidraulicidad, pero Buenos Aires no contribuyó al suministro eléctrico. Mientras tanto, las temperaturas podrían superar los 40 °C en los próximos días, elevando aún más la demanda energética.

Con un 10% del consumo diario cubierto por importaciones, el costo elevado de la energía extranjera pone en evidencia el fracaso de las políticas energéticas. La dependencia externa subraya la urgencia de una estrategia sostenible para garantizar el suministro eléctrico y evitar colapsos futuros.

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