Cristina pide unidad, pero en La Plata cierran filas con el desdoblamiento
Mientras en el PJ crece la preocupación por una posible doble derrota, el gobierno bonaerense descarta de plano unificar las elecciones y mantiene su estrategia de provincializar la disputa.
La cumbre del Partido Justicialista, encabezada por Cristina Fernández de Kirchner, volvió a exponer las diferencias estratégicas dentro del peronismo durante la reunión en la sede de Matheu, donde se discutieron los riesgos del desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires y las consecuencias de una elección provincial separada de la nacional. “La oposición se va a unir contra Axel”, fue una de las advertencias que más resonaron.
En el análisis compartido, se reconoció que el intento de provincializar los comicios podría fracasar, como ya ocurrió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde Jorge Macri adelantó las elecciones para hablar de gestión y terminó arrastrado por el clima político nacional. El PJ teme que la estrategia bonaerense derive en una doble derrota: una en septiembre y otra en octubre, con un mapa teñido de violeta por el avance de La Libertad Avanza y sus nuevos aliados del PRO y, posiblemente, la UCR.
Sin embargo, desde la Gobernación bonaerense descartan de plano una marcha atrás. En Calle 6 aseguran que hay nulas chances de reconfigurar el cronograma y niegan que el tema siquiera se haya planteado durante la cumbre peronista. Desde el entorno del gobernador Axel Kicillof señalan que la maquinaria política y administrativa ya está en marcha. Además, destacan que el operativo electoral avanza mejor de lo esperado y que el desdoblamiento fue una decisión respaldada por Cristina Kirchner, con el objetivo de que la provincia recupere el control sobre su proceso electoral.
Las señales de alarma llegaron también por la baja participación del electorado, un fenómeno que se acentuó en la Ciudad de Buenos Aires, con el nivel más bajo en casi tres décadas. En el PJ creen que una elección unificada en octubre podría atraer más votantes y facilitar el armado de listas, al unificar esfuerzos y discursos. “Te permite contener mejor”, argumentan.
Sin embargo, en La Plata no comparten esa visión. “No queremos más unidad hasta que duela ni rejunte electoral”, lanzó Carlos Bianco, mano derecha de Kicillof, en clara alusión a las presiones internas del kirchnerismo duro.
El mensaje de Cristina fue claro: seguir apostando a la unidad. Pero también lo fue el silencio de la cumbre sobre una posible reunificación. El fantasma de una doble derrota acecha, pero el gobernador bonaerense mantiene su hoja de ruta.
