Por primera vez
De Vido, a juicio oral por la tragedia de Once
El exministro de Planificación Federal deberá rendir cuentas ante la Justicia por su responsabilidad en el accidente que se cobró la vida de 52 personas. Está acusado de defraudación contra el Estado y administración fraudulenta que provocó el descarrilamiento del tren
Tras años de negar cualquier tipo de responsabilidad en el manejo de los ferrocarriles en la Argentina, ayer el exministro de Planificación Federal Julio de Vido sufrió un duro revés en su discurso, luego de que el juez federal Claudio Bonadio decidiera elevar a juicio oral la causa que se sigue en su contra por administración fraudulenta y estrago culposo por la tragedia de Once, que el 22 de febrero de 2012 provocó la muerte de 52 personas.
La resolución del magistrado se dio luego de que rechazara “in limine” por improcedente un pedido impulsado por los abogados del exfuncionario K para dilatar la causa a través de diferentes planteos de nulidad, recusación y apelación que buscan librar de culpa y cargo al exhombre fuerte de la obra pública nacional.
Bonadio dictó además que Jorge Gustavo Simeonoff, extitular de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (Uniren), afronte también el juicio oral por la misma causa. La decisión se dio luego de que la Sala II de la Cámara Federal porteña confirmara los procesamientos efectuados por el juez y diera vía libre al proceso contra los exfuncionarios.
Negocios sin control
Con la decisión judicial, se dio por concluida la etapa de instrucción procesal, y comenzó a juzgarse tanto a De Vido como a Simeonoff por los delitos de “descarrilamiento de tren, agravado por resultar personas fallecidas y lesionadas, en calidad de coautores de defraudación contra la administración pública por administración fraudulenta en calidad de partícipes necesarios, conductas que concurren entre sí”.
El magistrado hizo lugar, de esta manera, a las solicitudes realizadas por el fiscal federal Ramiro González, los familiares de las víctimas de la tragedia y la Oficina Anticorrupción, en su carácter de querellantes.
La principal imputación que recae sobre el exministro K es la de no haber controlado desde su lugar de gestión lo que se realizaba en la Secretaría de Transporte que estaba a su cargo y que comandaban Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, desde donde se favoreció con grandes subsidios a la empresa TBA de los hermanos Cirigiano, que explotaba el Tren Sarmiento, quienes no desarrollaron las obras previstas y que terminó con la peor tragedia ferroviaria moderna de la Argentina.
Se completó el cuadro judicial
La resolución tomada ayer por el juez federal Claudio Bonadio había quedado en la nebulosa en el juicio del pasado 29 de diciembre, así como el nombre que había sobrevolado como el gran responsable de que se haya llegado a tamaño nivel de desidia en el sistema ferroviario nacional.
En el juicio en el que se condenó a ocho y seis años de prisión a Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi respectivamente por la tragedia de Once, se ordenó a la fiscalía continuar investigando para determinar si De Vido desvió o no fondos del Estado que debían ser destinados a la renovación del material rodante y obras de infraestructura ferroviaria.
Como se dijo en varias ocasiones desde el diario Hoy, De Vido , con sus promesas incumplidas de obras que jamás se llevaron adelante, se encargó de sembrar ilusiones sobre una reactivación de la actividad que nunca llegó a buen puerto, lo cual fue alertado en sucesivos informes ejecutados por la Auditoría General de la Nación (AGN) donde se daba cuenta del deficitario estado de los trenes en la Argentina.