Después de nueve años, el Astillero Río Santiago volvió a botar un barco

Se trata de una embarcación para la capacitación de cadetes de la Armada. El ministro Taiana y el gobernador Kicillof elogiaron la lucha de los trabajadores a través de los años.

En un día que seguramente será considerado relevante en la historia del Astillero Río Santiago (ARS), se produjo ayer la primera botadura de una embarcación luego de nueve años, en una ceremonia que contó con la participación del ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

Se trata de la Lancha de Instrucción de Cadetes de la Armada (LICA) “Ciudad de Ensenada”, una nave construida íntegramente por los trabajadores del Astillero. Hacía casi una década que no emergía de allí una nueva nave, y 35 años que el ARS no producía un barco para la Armada, destacó Kicillof.

“El objetivo es recuperar el orgullo del Astillero, que es también el orgullo de nuestra Provincia, nuestra soberanía y nuestra industria nacional”, dijo el mandatario bonaerense.

El ministro Taiana destacó que “la existencia de este astillero, así como buena parte de la Argentina industrial, es el resultado de la lucha de los trabajadores y las ­trabajadoras”.

Kicillof se hizo eco de ese concepto al recordar que “durante mucho tiempo este astillero fue noticia por los intentos de destruirlo y privatizarlo, pero también por la lucha y la resistencia de sus trabajadores”. En cambio, ahora “vuelve a ser noticia por los barcos que construye y por el trabajo de primera calidad que realizan sus operarios y sus directivos junto a la Provincia”, enfatizó.

El presidente del Astillero, Pedro Wasiejko, aseguró que la empresa está dispuesta a “reactivar una industria naval que genera trabajo, riqueza y divisas, y que cuenta nuevamente con apoyo del Gobierno y diálogo con sus trabajadores”.

La construcción de la lancha, de 36 metros de eslora, requirió de la labor de unos 500 trabajadores, de los 3.000 que emplea el ARS. Ya están trabajando en otra LICA y en dos barcos más, bautizados “Eva Perón” y “Juana Azurduy”.

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