Corrupción en el kichnerismo

Echegaray: la insólita justificación del cómplice de la impunidad K

El extitular de la AFIP intentó esclarecer ayer por qué accionó como lo hizo en los casos de Cristóbal López y Lázaro Báez, que recibieron extraordinarios beneficios del ente recaudador. Explicaciones que no cierran por ningún lado

Ricardo Echegaray, motor central de haber armado desde la dirección de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) un contubernio ilegal para beneficiar a funcionarios kirchneristas y empresarios amigos del poder, volvió a quedar nuevamente en evidencias tras sus fallidas declaraciones públicas.

En medio de querer “lavar” su imagen ante la sociedad, el garante de la impunidad K le dio anoche una entrevista al programa de Nelson Castro en el canal de noticias TN, donde intentó justificar su accionar y complicidad en el hecho de que el empresario Cristóbal López eludiera el pago de impuestos entre los años 2011 y 2015 por más de 8.000 millones de pesos.

Dejando en evidencia una enorme caradurez, Echegaray afirmó que respecto al caso del dueño del Grupo Índalo, "una vez que se cumple con las metas de recaudación, la ley le asigna la facultad a la AFIP de otorgar facilidades de pago a empresas que por una situación financiera no llegan a pagar a término".

"Cristóbal López tuvo dos planes de pago: uno para la empresa OIL y otro para el grupo Indalo”. A la vez que intentó sostener su accionar destacando que todas las personas físicas y empresas que cumplían con las normas gozaban de esa ley. "la diva más importante de los medios también lo tuvo", lanzó y sostuvo que la única firma que no fue aceptada había sido Ciccone.

Desconociendo que la actual conducción de la AFIP por parte de Alberto Abad reconociera el accionar por fuera de la ley y las normativas del ente recaudador, Echegaray dijo que él “siguió todos los pasos internos correctos” y que no teme “que le hagan una investigación”.

En una charla donde se lo vio nervioso e impreciso a la hora de brindar datos concretos sobre por qué actuó como actuó con respecto a los empresarios amigos del poder kirchnerista, Báez fue evasivo y no tuvo mayor respuesta que decir que se rigió “por las normas establecidas” y que no se encuentra “procesado por nadie, por lo que voy a seguir al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN), ya que no soy culpable de nada”.

Negando las evidencias de la realidad, el exjefe de la AFIP defendió también su labor ante el caso Lázaro Báez, al indicar que “fue la AFIP, bajo mi conducción, la que en 2011 inició una causa penal en el juzgado federal de Bahía Blanca al grupo económico Suris. Báez va a terminar preso por una gestión que iniciamos nosotros”.

Múltiplemente denunciado

Vale recordar que el diario Hoy, casi en absoluta soledad, ha venido denunciando desde hace años cómo Echegaray usó a la AFIP para montar distintos sistemas que beneficiaran al kirchnerismo y sus adláteres con planes que sirvieran para eludir la ley en el pago de impuestos, además de servir para los planes de Cristina Kirchner de intentar esconder todas sus acciones evasivas, con el caso Hotesur como testigo central del mismo.

Además, el garante de la impunidad K fue acusado por parte de empleados de la AFIP, que tras su ida del organismo público, dejó las cuentas del organismo sin fondos, sumergiéndolo en una fuerte crisis y regando de incertidumbre a los empleados tuvieron inconvenientes para cobrar sus haberes en lo que va del año.

A todo esto se le sumó la denuncia que se dio a conocer de que Echegaray estaría siendo investigado por la Justicia por haberle brindado secretos fiscales al periodista estrella de Página/12, Horacio Verbitsky, para la realización de sus informes, lo que despertó la inquietud y la bronca por las sombrías artimañas utilizadas por el kirchnerismo y sus acólitos en sus 12 años de gobierno para atacar a quienes se oponían a sus medidas.

Además, está involucrado en la causa emblema de la corrupción de la década kirchnerista, como lo es la fraudulenta venta de la ex Ciccone Calcográfica, donde tendrá que dar explicaciones a la Justicia por haberle dado a la empresa The Old Fund, ligada al ex vicepresidente Amado Boudou, un plan de pago de 128 cuotas para salvar la quiebra de la firma.


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