Editorial: Señora Presidenta, el pueblo se expresó

Por Myriam Renée Chávez de Balcedo
Directora del diario Hoy

Espero que entienda, señora Presidenta, que las históricas movilizaciones que se produjeron anoche no están motivadas en problemas personales hacia usted.

Los reclamos son mucho más profundos. Apuntan en realidad a la estructura de un esquema de gobierno autoritario, que considera a todo aquel que piensa distinto como a un enemigo. Y que se encuentra cada vez más encapsulado en la realidad ficticia que busca ser impuesta por aduladores y obsecuentes de turno. 

Los que anoche salimos a protestar nos abrazamos y nos emocionamos al cantar las estrofas de nuestro Himno Nacional. 

Los que nos movilizamos tenemos diferentes ideologías políticas y profesamos distintas religiones. Pero ayer estuvimos, y seguimos estando, unidos a partir de los colores celeste y blanco de nuestra bandera, lo que nos permite reclamar al unísono para que su gobierno salga de la soberbia y escuche al pueblo. 

La necesidad de que haya respuestas claras a flagelos como la inseguridad y la inflación fueron algunos de los reclamos que se escucharon. También se pidió para que no se avance en esa locura que significa reformar la Constitución para que usted, señora Presidenta, pueda permanecer en el poder, utilizando para ello las formas más infames del clientelismo político.

Además, hubo reclamos para que, de una vez por todas, se respete la independencia del Poder Judicial y los amigos del poder sean sancionados ante los escándalos de corrupción que a diestra y siniestra se registran en su gobierno. Es hora de que se termine con la impunidad. El apoyo que le dio el 54% de la población ha cambiado, y usted tiene que tomar nota de ello. Sería muy inteligente de su parte hacerlo. 

Seguramente, algunos de los habituales aplaudidores que la rodean estén intentando ahora convencerla diciendo que lo que ocurrió anoche estuvo armado. Le deben estar susurrando al oído que fueron cientos y no millones los que se movilizaron en todo el país, y que por eso no hay ninguna necesidad de cambiar el rumbo, porque la Argentina está en el “mejor de los mundos”.

La realidad es bien diferente. Todos queremos que usted deje de ser presidenta en diciembre de 2015, como manda nuestra Carta Magna y el sistema republicano de gobierno. Pero estamos pidiendo que cambie rápidamente para que no se le siga haciendo daño a la patria. 

Señora Presidenta, toda crisis significa, al mismo tiempo, una oportunidad. Espero, sinceramente, que lo sepa aprovechar. Que así sea. 

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