El ajuste de Caputo asfixia a pymes y municipios

El recorte de la coparticipación, la recesión y la falta de asistencia del Tesoro empujan a municipios y empresas al colapso financiero.

A menos de un mes del pago del aguinaldo de junio, las señales de alarma se multiplican a lo largo del país. Pequeñas y medianas empresas, cámaras empresarias y municipios comienzan a advertir públicamente que no cuentan con los fondos necesarios para hacer frente a esta obligación salarial. Mientras tanto, el Gobierno nacional responde con una sola receta: más ajuste.

Desde La Pampa hasta la provincia de Buenos Aires, pasando por distintas regiones del país, el diagnóstico es coincidente: caída del consumo, aumento de los costos operativos y desplome de la recaudación. En este contexto, las pymes reclaman líneas de crédito blandas, tanto de bancos públicos como privados, que permitan cubrir el pago del aguinaldo sin asfixiar aún más sus finanzas.

En esa línea, la Cámara de Comercio e Industria de La Pampa detalló que el consumo en el sector comercial y de servicios se retrajo un 10%. A su vez, las ventas muestran una caída sostenida debido a la pérdida del poder adquisitivo y el alza en los costos. Frente a este escenario, el Banco de La Pampa lanzó una línea de crédito específica para cubrir el medio aguinaldo. En paralelo, el Banco Galicia anunció productos financieros con el mismo fin.

Según un informe de la consultora Scentia, en abril el consumo masivo creció apenas 0,1% interanual, mientras que las ventas en supermercados bajaron 3%. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) registró una mejora del 3,7% en las ventas de abril respecto al mismo mes de 2024, pero una caída del 1,8% frente a marzo. Todo indica una recuperación leve, frágil y desigual.

La situación de los municipios

En paralelo, los municipios enfrentan una situación crítica. La advertencia del ministro Luis Caputo fue clara: “el esfuerzo ahora lo tienen que hacer provincias y municipios”. Con una caída del 19,4% en términos reales de la coparticipación federal en el primer trimestre, muchos distritos anticipan que no podrán hacer frente a sus obligaciones financieras.

El Gobierno bonaerense advierte con preocupación que varios intendentes ya expresaron su preocupación por la falta de recursos.

El deterioro de las finanzas locales llevó a decisiones de emergencia. En Villa Gesell se declaró la emergencia económica. En Saavedra se aplicó una reducción del 13% en los sueldos políticos. Por otra parte, en Guaminí se congelaron salarios y se suspendieron subsidios. En el caso de Caá Catí, Corrientes, el intendente informó una caída del 30% en los recursos.

Con ese contexto, los gobernadores acusan al Ejecutivo nacional de modificar unilateralmente los mecanismos de distribución de impuestos sin afectar los tributos que solo recauda la Nación. Cabe mencionar que, en muchas provincias, los fondos coparticipables representan hasta el 75% del presupuesto.

De esta manera, el Gobierno nacional celebra el “déficit cero”, pero las cuentas no cierran ni en las empresas, ni en los municipios, ni en las casas. La pregunta ya no es si habrá ajuste, sino quién lo está pagando.

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