El ajuste del Gobierno Nacional: un camino de desindustrialización y recesión
El Ministerio de Economía de la Provincia marcó varios puntos del superávit logrado en Nación, producto de recortes en el sector de la industria, la obra pública, las jubilaciones y asignaciones.
Las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei desde su asunción generaron impactos negativos sobre la economía, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde vive casi la mitad de la población nacional. El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, criticó nuevamente estas políticas, subrayando cómo el ajuste ha devastado sectores clave como la obra pública, las jubilaciones y la industria, mientras que los intereses de la deuda permanecen intocados.
Los informes presentados por López muestran un panorama desolador. El gasto público en obras y seguridad social ha caído al nivel más bajo de las últimas tres décadas, representando menos de 5 puntos del PIB, muy por debajo del promedio histórico de 8 puntos. Este brutal recorte ha profundizado la crisis social, afectando la calidad de vida de millones de argentinos, con menos acceso a servicios públicos, infraestructura y protección social.
Uno de los aspectos más preocupantes según el informe mostrado en sus redes sociales, es la caída en las importaciones de insumos y bienes de capital para la industria, que se desplomaron entre 20 y 25 puntos en 2024 comparado con el año anterior. Este colapso no solo refleja una contracción de la actividad económica, sino que también evidencia la estrategia de desindustrialización del gobierno, que busca sostener un superávit comercial a costa de la recesión.
Como resultado, las exportaciones industriales también retrocedieron, cayendo un 2,7% anual, afectando especialmente al complejo automotriz. Este sector sufrió una contracción en sus exportaciones de casi 9%, lo que se traduce en menores ventas por aproximadamente 400 millones de dólares. La contracción industrial no solo agrava la recesión, sino que también erosiona la capacidad productiva del país a largo plazo.
Además, otro de los puntos que grafica López es el ajuste fiscal del gobierno libertario, que en los primeros siete meses del año superó los 5 puntos del PIB, ha sido profundamente inequitativo. Los recortes recayeron principalmente sobre la economía real, afectando a las jubilaciones, la obra pública, los subsidios y las políticas de ingreso, mientras que los intereses de la deuda permanecen protegidos. Este enfoque regresivo prioriza los intereses financieros sobre el bienestar de los 47 millones de argentinos.
Esta vieja receta económica está empujando, nuevamente, a la Argentina hacia la desindustrialización y la recesión. Los recortes en áreas esenciales como la obra pública y las jubilaciones, combinados con la caída de la actividad industrial, están profundizando la crisis social y económica en la provincia de Buenos Aires.