“El impacto del ingreso al BRICS comenzará a verse en 2024”
Tras anunciarse la incorporación de Argentina al importante grupo internacional, el economista Federico Zirulnik dialogó con diario Hoy y estimó las consecuencias que la medida generará en la economía.
Luego de que el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, confirmara el día jueves el ingreso de la República Argentina al grupo económico conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), la política en su conjunto se hizo eco de la situación y de inmediato comenzaron a opinar sobre esto.
Diversos actores de la oposición salieron a cuestionar la medida adoptada, mientras que el oficialismo lo celebró en redes sociales y en diversas declaraciones con la prensa. Sin embargo, el análisis exhaustivo sobre las contras y los pros para la economía nacional quedó a un lado.
En ese sentido, en diálogo con diario Hoy, el economista Federico Zirulnik, del centro de estudios Scalabrini Ortiz, analizó el anuncio histórico del que se habló durante las jornadas del jueves y el viernes, y dio detalles de los beneficios que puede traer para la Argentina a largo mediano plazo.
Según contó el profesional, “el acceso de Argentina al BRICS es una buena noticia, porque se trata de un bloque económico que viene en crecimiento y que le empieza a disputar poder a otro bloque económico importante, que es el G7”, aunque remarcó: “Lo que sí no veo es un impacto inmediato en la economía argentina”.
De esta manera, detalló que las modificaciones podrían empezar a verse un tiempo más tarde, debido a que “vamos a poder entrar en enero del 2024 recién y a partir de allí el país comenzará a recorrer un camino para poder acceder a algunos financiamientos del BRICS y también para poder construir relaciones comerciales y lograr abrirse a nuevos mercados o recibir inversiones de los otros miembros del bloque”.
Sobre el tiempo que tardó la Nación en acceder a este grupo, y la posibilidad de haber ingresado antes, Zirulnik explicó: “La decisión no es de Argentina, sino que el país terminó aceptando, porque en este momento sería ridículo que no quiera entrar”.
“Esto surge de una invitación de parte del bloque, que hace rato viene discutiendo la posibilidad de ampliarse. En tanto, lo que aún no está claro es si Argentina va a tener todas las mismas posibilidades que el resto de los países o si será algún ingreso diferenciado”, especificó.
Sobre el momento en el que se encuentra el reconocido grupo económico, el profesional agregó: “Recién hace unos meses el bloque empezó a discutir la posibilidad de ampliarse. Las relaciones internacionales que fue forjando Argentina, a partir de la vuelta de Lula (da Silva) a Brasil y el positivo vínculo con el gobierno de China, terminaron permitiendo esta invitación”.
Por otra parte, el economista habló sobre los beneficios que esto generaría y enumeró que, en primer lugar, eso se vería reflejado en “el acceso a nuevos financimientos que posiblemente tengan condiciones más favorables que las actuales, como a diferencia de lo que ocurre con el Fondo Monetario Internacional”.
Sin embargo, volvió a remarcar que “habrá que ver a partir de 2024 o 2025, cuando empiecen los vencimientos fuertes del acuerdo con el Fondo, si para esa fecha se pueda lograr acceder a este nuevo financiamiento y poder ir reemplazando una deuda con otra, con menos condicionamientos, menos intereses y cuestiones más favorables”.
En otro aspecto, el hombre hizo referencia a las críticas que recibió el anuncio hecho por el Presidente Alberto Fernández, y expresó: “Hay una cuestión ideológica de fondo, que tiene que ver con qué bloque se alínea geopolíticamente la Argentina”.
La principal referene de la oposición que salió a cuestionar la noticia fue la candidata a presidente de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, quien manifestó: “En mi Gobierno no entraríamos al BRICS”. No obstante, remarcó: “No queremos cerrar ni el comercio con Brasil ni el comercio con Chile. Son aliados comerciales estratégicos”.
En ese sentido, Zirulnik continuó analizando: “Este bloque (BRICS) es el que viene a hacerle fuerza a la geopolítica mundial del bloque occidental representado por el G7, donde Estados Unidos tiene un rol preponderante y donde el FMI es uno de los brazos ejecutores de este bloque”. Por eso consideró: “El hecho de que Argentina entre a un bloque que le está disputando poder hegemónico puede verse como algo malo desde el FMI”.
“Desde el directorio, a partir de esto, pueden exigirle mayores condicionalidades al Gobierno o pedirle otras metas, o hacerle más dificil la aprobación de las revisiones”, pensó.
La realidad es que la mayor parte de la política nacional y global vio con buenos ojos que Argentina entre a dicho grupo. Sin embargo, es cierto también que habrá que esperar para que los posibles buenos efectos de esta medida se vean reflejados en la macroeconomía del país, en un contexto donde el país requiere urgentemente de señales de recuperación o equilibrio.
Mientras tanto, en medio del contexto electoral actual, las críticas de los sectores que piensan de manera diferente a la del Gobierno seguirán apareciendo, lo que también sirve de muestra y reflejo de las políticas que buscarán aplicar en caso de llegar al poder.
En sintonía con el pensamiento del canciller Santiago Cafiero, el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, respondió a las críticas opositoras y remarcó: “El problema es cuando la política exterior empieza a ideologizarse”. De esta manera enfatizó: “Los que no están de acuerdo no saben lo que están diciendo”.