El monotributo crece al ritmo de la precarización laboral
Ya son 2,5 millones los trabajadores que facturan como monotributistas.
En un contexto de crisis económica y caída del empleo registrado, el monotributo gana terreno como la salida más inmediata —y precaria— al desempleo. El régimen se convirtió en la principal puerta de ingreso al mercado laboral, especialmente para jóvenes profesionales y trabajadores calificados.
Cada vez más empresas lo utilizan para incorporar personal sin afrontar los altos costos del trabajo formal, mientras que para miles de trabajadores es la única opción para mantenerse activos en un mercado que expulsa más de lo que integra.
Según datos oficiales, entre 2011 y 2024, el 37% del aumento de aportantes al sistema previsional se explica por esta modalidad. Para los especialistas, el fenómeno refleja un mercado laboral crecientemente precarizado, donde abundan quienes facturan como si fueran independientes pero cumplen tareas propias de un empleo en relación de dependencia.
Hoy hay 2,5 millones de monotributistas y autónomos, frente a 1,7 millones hace apenas tres años. Desde la Secretaría de Trabajo advierten que este régimen no garantiza acceso real a la formalidad y que cuatro de cada diez trabajadores continúan sin aportes previsionales.
El 65% del crecimiento de este universo se concentra en personas con estudios terciarios o universitarios. Para muchos, el monotributo dejó de ser una etapa de transición y se transformó en el único camino posible en un país donde los costos, los recortes y la inestabilidad bloquean la creación de empleo genuino.
