Crece la interna libertaria tras el cierre de lista en PBA

Karina Milei y Sebastián Pareja salieron a defender el armado bonaerense ante críticas internas. El oficialismo niega fracturas, pero se expone a su propia fragilidad.

La interna libertaria quedó al desnudo tras el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires. Con críticas desde el núcleo militante digital y reproches públicos de las llamadas Fuerzas del Cielo, Karina Milei y Sebastián Pareja salieron a marcar la cancha. La hermana del Presidente, secretaria general de la Presidencia y máxima autoridad del partido a nivel nacional, publicó un duro mensaje en redes para defender el armado. “Quien cuestione a quienes llevan esa bandera no está criticando un armado; está cuestionando al Presidente mismo y a la causa que nos trajo hasta acá”, advirtió.

En plena tensión interna dentro de La Libertad Avanza, Karina Milei dejó en claro que el armado bonaerense no fue producto de una negociación tradicional, sino una decisión estratégica alineada con la visión presidencial. “Vinimos a poner fin a una era. A romper con todo lo que condenó a la Provincia de Buenos Aires al atraso, la miseria y la resignación”, escribió en sus redes.

La publicación funcionó como respuesta a las críticas de los sectores orgánicos afines a Santiago Caputo, que quedaron marginados del esquema electoral. Varias figuras libertarias de primera hora fueron desplazadas, mientras que los pocos lugares obtenidos resultaron residuales. Las críticas, a veces directas y otras en clave, apuntaron incluso contra Karina, a quien acusan de “entregar el proyecto” al viejo sistema que el espacio prometía combatir.

En ese marco, el mensaje fue categórico: “No llegamos hasta acá para adaptarnos ni para negociar con los restos del viejo sistema. Vinimos a destruirlo”. También rescató la idea de “tabula rasa” y dejó otra frase contundente: “La lealtad no es una opción: es una condición”.

Pareja también se defiende

Desde el plano operativo, el armador bonaerense Sebastián Pareja también salió al cruce de las versiones de crisis interna. Negó exclusiones deliberadas y remarcó: “Lo que se ve en los diarios a mí no me lo vino a plantear nadie”. Pareja reivindicó el armado como “muy representativo” y sostuvo que no hubo reparto de cargos, sino una selección “por mérito, trabajo y futuro”. En línea con Karina, defendió la candidatura de Pablo Morillo, cuestionado por elogiar a Kicillof, y minimizó las polémicas: “No es un candidato K. Y si lo fuera, lo valoro mucho”.

En cuanto a los aliados del PRO, reconoció que no todas las expectativas fueron satisfechas, pero insistió en que la boleta refleja un plan estratégico para consolidar a futuro el poder provincial. Según detalló, se presentaron 2.717 candidatos con “ficha limpia” y antecedentes verificados.

Aunque el discurso oficial busca cerrar filas, las tensiones dejaron al descubierto un problema más profundo: la fragilidad de un partido que construyó poder en redes, pero no logra contener a su propia base. Lejos de la narrativa de orden y convicción, La Libertad Avanza enfrenta el desafío de gobernar mientras se le deshilacha el consenso desde adentro.

Con cada nuevo cruce, el espacio empieza a marcar los límites de una estructura que prometía romperlo todo, pero no puede evitar romperse a sí misma.

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