Industricidio: solo se utilizó el 54,4% de la capacidad instalada en marzo

La utilización de maquinarias cayó casi 14 puntos respecto de 2023 y refleja el impacto de las políticas económicas del gobierno nacional. El consumo, el crédito y el empleo, también en baja.

La industria manufacturera argentina operó en marzo al 54,4% de su capacidad instalada, según informó el Indec. El número, además de representar una leve mejora respecto al mismo mes de 2024 (cuando fue del 53,4%), evidencia el deterioro de la actividad fabril y es el peor registro interanual desde marzo de 2023, cuando el uso de la capacidad instalada era del 67,5%. En la práctica, esto significa que más de la mitad de las máquinas y equipos del país están ociosos.

El informe oficial releva mensualmente entre 600 y 700 empresas, y permite observar con claridad los efectos de la política económica del gobierno de Javier Milei sobre el entramado productivo. El esquema libertario —basado en la apertura comercial, la contracción del crédito y el deterioro del poder adquisitivo— ha provocado una fuerte retracción de la demanda interna y encarecido los costos industriales, factores que explican la parálisis de muchos sectores.

Los más perjudicados son los vinculados a bienes durables y semidurables: los productos textiles trabajan al 41%, los de caucho y plástico al 42%, la metalmecánica al 42,8%, y tanto la industria automotriz como la editorial e impresión apenas alcanzan el 48,9%. A ellos se suman los productos de tabaco, con un 41,2%.

Uno de los retrocesos más significativos lo sufrió la elaboración de sustancias y productos químicos, que cayó más de 11 puntos respecto a 2024. La baja se explica, en parte, por las inundaciones que afectaron al polo petroquímico de Bahía Blanca y detuvieron su producción. Aun así, la caída forma parte de una tendencia general de baja en la actividad industrial, que arrastra meses de contracción.

Algunos rubros puntuales registraron una mejor performance: la refinación de petróleo, con un uso del 76%, se destacó gracias al impulso de Vaca Muerta. También la producción de acero y ciertos alimentos, como la molienda de soja y la lechería, mostraron signos positivos, aunque en un contexto general negativo.

Desde la Unión Industrial Argentina, su presidente Martín Rapallini advirtió sobre la necesidad de “diseñar un nuevo contrato productivo que reconozca a la industria como pilar del desarrollo”. Por su parte, el 44% de las empresas encuestadas por el Indec aseguró que no espera mejoras en la demanda, y un 21% anticipó una reducción en su planta de personal, lo que refleja un escenario de profundo pesimismo.

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