Korrupcion se escribe con K: se reactiva el caso Skanska

Mentras Cristina Kirchner hacía su preformance artística, se victimizaba como una lider persegida, una martir que debe padecer el embate judicial, y reclaentaba a una tropa tan obediente como violenta, la Justicia dio un paso más: firmó un fallo que declara válida como prueba la grabación de un ejecutivo de la empresa Skanska que confesó que se pagaron sobornos a ex funcionarios kirchneristas para ampliar dos gasoductos. El fallo encendió alarmas en el entorno del ex ministro Julio De Vido.

Este es el quid del relato K: La doble moral en donde por una lado se rasgan las vestiduras y la culpa la tiene siempre el otro, un otro incomprobable, que es más una entidad, una entelequia que algo identificable. Entonces el relato plantea una paranóica y eterna lucha contra "el mal".

Mientrás tanto, en el país real, con jueces reales, que buscan pruebas en un expediente real, nos muestra otra cara. Una cara podrida de corrupción, que no hace pie en ningún lado. Es que estos muchachos no dan puntada sin hilo.

A las 13, cuando los militantes se desconcentraban, los jueces de la Sala IV de la Cámara de Casación resucitaron la causa Skaska, que había aniquilado la Sala I de la Cámara Federal cuando anuló esa grabación. Los jueces Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani, por la mayoría, y Angela Ledesma, en disidencia, dijeron que esa grabación era válida, con lo que el caso debe regresar ahora a la Cámara Federal.

Los principales imputados en el expediente ya están sobreseídos y con ese sobreseimiento firme. Por eso es que el juez de primera instancia -que es Sebastián Casanello- deberá, cuando el caso retorne al juzgado, analizar si con esta prueba corresponde o no revocar esos sobreseimientos.

En la grabación el ex gerente comercial de Skanska Javier Azcárate le reconoce al síndico Claudio Corizzo, que hizo una auditoría interna, que además de pagos indebidos para lograr las obras de ampliación de los gasoductos del Norte y del Sur, se pagaron sobornos en otras obras del país en La Pampa y en Perú.

En la conversación, Azcárate menciona que el "negocio" habría ascendido a los 200 millones de dólares: "Es un negocio de 100 millones de dólares de parte nuestra, más lo de ellos, yo no sé, 200 palos verdes".

Azcárate contó además que la maniobra se camufló con el uso de facturas apócrifas aportadas por la sociedad fantasma Infiniti Group.

El nexo entre Skanska e Infiniti Group habría sido el contador Alfredo Greco, quien, según dice Azcárate en la conversación, "debería reportar a Ulloa". Azcárate se refiere a Néstor Ulloa, gerente de Fideicomisos del estatal Banco Nación, entidad que administra el fondo constituido por distintas empresas privadas para financiar la ampliación de dos gasoductos en la Argentina.

El ex gerente comercial de Skanska precisa en la charla que los pagos indebidos fueron del 5%: 3% para el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y 2% para Nación Fideicomisos.

Según admite Azcárate, Skanska hizo una maniobra similar en Perú, donde se pagaron (no precisa a quién ni cuándo ni para qué obra) "un millón ochocientos mil dólares". Y menciona un pago indebido para adjudicarse obras en La Pampa, en el que involucra al grupo Techint.

Corizzo hizo una auditoría en marzo del año pasado, después de que el juez Javier López Biscayart, que investigaba una presunta evasión impositiva, allanó las oficinas locales de Skanska. El auditor grabó a Azcárate en secreto, pero nunca entregó el registro a la Justicia, hasta que luego fue decomisado en un allanamiento. En su auditoría interna, Corizzo entrevistó a varios gerentes de la filial local de la compañía sueca y concluyó que siete de ellos fueron responsables del pago de comisiones indebidas.

En junio de 2006, Skanska los despidió tras el pago de millonarias indemnizaciones, pero no los denunció ante la Justicia. Corizzo borró la grabación de su computadora, pero la policía logro rescatarla de los servidores del sistema tras un allanamiento ordenado por López Biscayart.