La Ciudad que más recauda y menos cumple

Luego del reclamo por obtener más fondos coparticipables, la administración de Larreta ha recibido denuncias por falta de cumplimiento de pactos fiscales, además de los negociados de sus funcionarios. Cuáles son los detalles de la enorme recaudación del gobierno porteño.

"Aspiradora de recursos” fue una adjetivación que el titular de ARBA, Cristian Girard, le atribuyó al gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Es que el fallo de la Corte Suprema de Justicia que dictaminó que el 2,95% de los fondos coparticipables sean dirigidos a la administración porteña es solo una parte de las maniobras que benefician a CABA.

Cabe recordar que este conflicto comenzó al inicio de la pandemia, cuando el Gobierno nacional revirtió una medida tomada por la gestión de Mauricio Macri y redujo el coeficiente de Coparticipación para el distrito que encabeza Horacio Rodríguez Larreta. Durante el gobierno de Cambiemos, el porcentaje era nada más ni nada menos que el 3,5%.

Sin embargo, de este conflicto se desprenden otros aspectos sobre el dinero que administra el gobierno porteño.

El Presupuesto 2023 para esta jurisdicción fue aprobado en noviembre de 2022 por un monto de más de dos billones de pesos. Por otro lado, según los últimos datos, son 3.081.550 los habitantes en la Ciudad de Buenos Aires, lo cual significa que se destinan, en teoría, alrededor de 700.000 pesos por ciudadano. Esto, en comparación con otras provincias, representa una ­desigualdad alarmante.

En otro punto, también se encuentra la presión impositiva. De hecho, para este año se esperan aumentos en el impuesto al Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) que rondan el 6,2%, y se enmarca en una readecuación por la inflación, según informaron desde el gobierno porteño.

De acuerdo a las estadísticas que difundió Girard, “cuando el macrismo comenzó a gobernar la Ciudad en 2007, la presión fiscal era 4,3%, y para 2022 la han casi duplicado, llegando a 7,8%”.

Además, detalló que la Ciudad “representa el 21% del PBI, pero recibe el 26% de la recaudación de Ingresos Brutos”, lo cual representa más de 122.000 millones de pesos solo durante 2022.

La recaudación no para

A partir de estos datos, se estima que haya una inversión significativa para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos porteños. Sin embargo, rondan cientos de cuestionamientos hacia la gestión de Larreta, comenzando por los fondos destinados a publicidad y propaganda.

Uno de los ejemplos más recientes es la campaña que impulsó con el eslogan “La transformación no para”.

En su momento, el legislador porteño del Frente de Todos Juan Manuel Valdés presentó un pedido de informe para que se esclarezca el presupuesto destinado a dicha campaña.

En esta presentación, Valdés infor­mó que, en el segundo trimestre de 2022, la partida “publicidad y ­propaganda” se ejecutó en un 110%, por lo que “en la primera mitad del año” el gobierno porteño “llevaba gastado un 10% más de lo que tenía presupuestado”. También detalló que dicha partida tuvo una ampliación del 40%, lo cual representa más de 1.300 millones de pesos.

Su compañera de banca, Ofelia Fernández, se había sumado a este reclamo durante un informe de gestión que realizó el entonces jefe de Gabinete, Felipe Miguel: “Están gastando ocho millones de pesos en publicidad. Pueden ponerle un cartel a la Jefatura de Gabinete que diga búnker campaña Larreta 2023, porque ahí está la guita de la Ciudad”, expresó la legisladora en una intervención que inclu­so se hizo viral en las redes sociales.

Sin embargo, actualmente en algunas arterias centrales de localidades del conurbano bonaerense también pueden observarse afiches de campaña de la gestión porteña, asomando la candidatura del jefe de Gobierno.

Entonces, se infiere que no es tan errada la hipótesis que sostienen ciertos dirigentes del Frente de Todos: hay un financiamiento de la campaña del PRO en el marco de un año electoral con recursos de las provincias y de los ciudadanos porteños.

Los negociados

Esta situación no escapa a los chats filtrados del ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, en el cual se evidencian negociados, arreglos de licitaciones, coimas y sobres con dinero: otro punto de recaudación.

Se trata de la conversación que mantuvo el funcionario con el empresario Marcelo Violante, que maneja el negocio de las grúas y playas de estacionamiento en la Ciudad.

En uno de los archivos difundidos, Violante le escribe a D’Alessandro para asegurarle que “no pudo juntar todo” y que “antes de fin de mes” le daría “el 100%”. El empresario le asegura que tiene “60 verdes” en “dos sobres abiertos de 30 cada uno” y “50 lucas que están descubiertas”, aunque aclara que esas “lucas son argentinas”.

Esta es otra muestra de que la administración del gobierno de la Ciudad también es una herramienta de negociación para beneficiar a intereses particulares de “empresarios amigos”.

Más dinero, menos subsidios

Como si fuera poco, recientemente el ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires, Jorge D’Onofrio, denunció que la Ciudad no cumple con el Pacto Fiscal firmado en 2018, que estipula que debe abonar el subsidio al transporte público.

El funcionario aseguró que se adeudan “cerca de 14.000 millones de pesos”. ¿Cómo es posible si los recursos del gobierno porteño son evidentemente superiores a los de la Provincia?

En este pacto convertido en ley por el Congreso Nacional, la Ciudad asumía la totalidad del pago de subsidios para el cumplimiento del servicio de pasajeras y pasajeros. ­D’Onofrio aseguró que “del 91% que deben pagar, solo cumplen con el 51%, y el restante lo esquivan”.

Con este último punto queda más que claro que las demás jurisdicciones se encuentran en desventaja ante una administración que, ­además de estar amparada por el Poder Judicial, es una “aspiradora de recursos”.

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