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“La expectativa que tenemos es que aumente la adherencia a la vacunación”
Así lo precisó Enio García, jefe de Asesores del Ministerio de Salud de la PBA, sobre la implementación del Pase Sanitario en el territorio bonaerense. En diálogo con diario Hoy, detalló la situación sanitaria de la Provincia.
Enio García, jefe de Asesores del Ministerio de Salud bonaerense, en diálogo con diario Hoy, se refirió a la implementación del Pase Sanitario, brindó detalles de la situación sanitaria de la provincia más poblada de la Argentina y también habló sobre el comunicado de algunos diputados opositores en contra del Pase.
—¿Qué expectativas tienen desde la Provincia con la implementación del Pase Sanitario?
—La expectativa que tenemos es que aumente la adherencia a la vacunación.
Nosotros tenemos una cobertura muy buena; excelente en mayores de 50 años. A medida que uno va bajando en los grupos etarios, lo que va viendo es que disminuye la cobertura. Eso no es por la Covid-19, no es algo raro, siempre pasa: los grupos más jóvenes suelen tener menor percepción de riesgo y entonces hay una vacunación más baja. Este tipo de estrategia lo que trata de hacer es buscar un incentivo para que ese grupo poblacional avance con la inoculación y de alguna manera mejorar la inmunidad de rebaño para ir frenando los contagios.
—¿Hubo un aumento en la vacunación a partir de la llegada del Pase?
—Sí, hay un dato que estamos analizando. El 16 de diciembre tuvimos casi 36.000 vacunados de segundas dosis; el 17, 31.000; el 21, 50.500; el 22, 45.000. Saltamos de un promedio de 32.000 vacunas aplicadas de segunda dosis por día a 45.000. Parece que llegamos al efecto que estamos buscando.
—¿Cómo se encuentra la situación sanitaria y el sistema de salud en el territorio bonaerense?
—La situación de contagios obviamente es preocupante. Venimos sosteniendo cuatro semanas de suba de casos, pero en los últimos días de la semana pasada y durante toda esta semana hubo un incremento importante. Preocupa, pero por ahora no vemos repercusión en los servicios de salud. Estamos retomando algunas estrategias de monitoreo que tuvimos durante las otras olas. Por ahora venimos tranquilos con las camas, hay que seguir monitoreando y continuar avanzando con la vacunación y los testeos. No tenemos mayores repercusiones en el sistema, más allá de una mayor demanda por hisopados.
—Si los contagios siguen en aumento, ¿se pueden establecer nuevas restricciones?
—Tenemos un margen muy chico para eso. Ahora, en el contexto en el que estamos con la vacuna, yo apuesto más a restricciones vinculadas al Pase Sanitario. Por ejemplo,
podríamos vincular el Pase al transporte, a los lugares de trabajo. Hoy por hoy no está eso. Nosotros creemos que la medida más adecuada es la inoculación, poder proteger a la gente con ese instrumento, con la vacuna y no tanto con restricciones masivas.
—Con respecto a la vacunación, ¿cómo están avanzando con las terceras dosis?
—Estamos avanzando muy bien. Priorizamos a la población mayor de 50 años y con factores de riesgo. Todavía estamos en ese sistema de turnos para la tercera dosis. Es una población que adhiere bastante bien a la vacuna. Obviamente seguimos avanzando con las segundas dosis pero no hace falta esperar más, podemos trabajar en paralelo. Se busca completar esquemas de segunda dosis, empezar nuevos para aquellas pocas personas que todavía no iniciaron y, para las que tienen las dos y ya pasó un periodo de cuatro o cinco meses, avanzar con la tercera.
—El pasado miércoles, un grupo de diputados opositores emitió un comunicado en el que consideró, con respecto al Pase Sanitario, que “no existe fundamento científico que avale tal medida ante la actual situación, ni ante las que hemos vivido”. ¿Qué opina sobre esta afirmación?
—El Pase Sanitario es una medida que se está aplicando en varios lugares del mundo, en algunos países logra una buena adherencia hasta llegar a un bloque duro que son los antivacunas. Nosotros no tenemos consolidados grupos antivacunas importantes, en teoría no tendríamos ese techo que algunos países de Europa sí tuvieron. Además, hay una cuestión de la oposición, de Cambiemos fundamentalmente, de siempre plantear la contra. En un momento de la pandemia pudimos trabajar juntos, se articuló muy bien. De hecho, en la primera etapa de la cuarentena hubo un consenso muy fuerte que ayudó muchísimo porque ese primer momento de la cuarentena fue lo que nos dio el tiempo para equipar mejor el sistema de salud. Sin embargo, a medida que se fue acercando el período electoral, fue cambiando la postura de estos bloques, y la verdad es que se están oponiendo a todo. Es una cuestión de oponerse por oponerse, por diferenciarse. Nosotros hicimos acá lo que se está haciendo en varios países del mundo.
—El ministro de Salud bonaerense dijo días atrás que “los niveles más elevados económicamente (los primeros tres) tienen una diferencia que es seis veces superior en contagios con los niveles inferiores”. ¿Usted coincide con esto? ¿Por qué motivo se da?
—Eso fue un estudio que hizo un grupo de estadísticos de la Universidad de San Martín. Este análisis lo que muestra es un poco lo que ya veníamos viendo: los brotes y rebrotes, los inicios de las olas en el Conurbano, por lo general empieza por los sectores de mayores recursos. Es el sector que tiene más posibilidad de viajar y el virus viene de afuera, no es autóctono nuestro. La Covid-19 entró por los aeropuertos, por los viajes. Una vez que la variante nueva ingresa, se desparrama por la Provincia, y estamos viendo que ya no hay una desigualdad. En la provincia de Buenos Aires en general, pero focalizado en el Conurbano, hicimos varios estudios de desigualdades de salud, y el virus vimos que se distribuyó en las internaciones de una manera muy equilibrada entre sectores sociales.