La imputación confirma que fue un hecho planificado
Sabag Montiel rondaba la casa de la vicepresidenta.
Por si no alcanzaran indicios como la presencia de un carrito de venta de algodón de azúcar, del que daba cuenta diario Hoy en su edición de ayer, trascendió que el hombre que quiso dispararle al rostro a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, el jueves 1° de este mes, habría estado en la zona, cerca de la mandataria, cuando esta se movía entre los militantes congregados en el lugar, pero un poco apartado, como estudiando los movimientos de todos.
Al menos, el hombre que se ve en un video que está en poder de la Justicia parece ser Fernando Sabag Montiel, quien gatilló la pistola sin que saliera la bala.
La jueza federal María Eugenia Capuchetti imputó a Sabag y a su novia, Brenda Uliarte, por “haber intentado dar muerte” a Fernández. En esa imputación se afirma que “el suceso tuvo planificación y acuerdo previo”. Es decir, la jueza sostiene, ya sin lugar a dudas, que no se trató de un impulso del momento, sino de un plan para asesinar a la vice.