La Justicia porteña envió la causa del supuesto hackeo a D’Alessandro a Comodoro Py

La jueza Araceli Martínez se declaró incompetente y mandó el caso al Juzgado Federal 2, a cargo de Sebastián Ramos, donde se tramita el expediente de Lago Escondido.

En la jornada de ayer se conoció que la jueza porteña Araceli Martínez se declaró incompetente en la causa que investiga el supuesto hackeo al celular del exministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad de Buenos Aires Marcelo D’Alessandro, y dispuso el envío a la Justicia Federal de Comodoro Py.

Según se detalló, la magistrada declinó la competencia en favor del Juzgado Federal 2, a cargo de Sebastián Ramos, donde se tramita el expediente conocido como “Lago Escondido”, causa donde se investiga la posible aceptación de dádivas por parte de funcionarios públicos y magistrados ofrecidas por empresarios, como así también si sus comunicaciones fueron hackeadas.

En tanto, sobre la decisión, trascendió que fue tomada el pasado 28 de abril, sin embargo se dio a conocer ayer a raíz de un planteo de la fiscal Daniela Dupuy, quien estaba a cargo de la investigación porteña y logró detectar que el hackeo a D’Alessandro lo habría llevado a cabo un joven llamado Elías Ezequiel Núñez ­Pinheiro desde Eldorado, Misiones, según se expresa en el expediente.

Vale mencionar que en la causa de Lago Escondido se encuentran involucrados ­D’Alessandro; el fiscal general porteño, Juan Bautista Mahiques; los jueces Carlos Alberto Mahiques (Casación Federal), Julián Ercolini (Federal), Pablo Yadarola (Penal Económico) y Pablo Cayssials (Contencioso Administrativo); el exfuncionario de la SIDE Leonardo Bergroth; y los empresarios Tomás Reinke, Pablo César Casey y Jorge Rendo, estos últimos dos del Grupo Clarín.

Volviendo a la resolución mediante la que se envía la causa a Comodoro Py, la jueza Martínez relató que se llegó a la supuesta identidad del hacker a raíz de información brindada por la compañía Nosis.

En cuanto a la maniobra de hackeo, se detalló que consistió en obtener un nuevo chip, hacerse pasar por D’Alessandro y pedir a la compañía telefónica que utiliza el exministro la recuperación de su línea telefónica. Tras esto, el implicado respondió unas preguntas de seguridad con los datos personales del hombre y así pudo ingresar al sistema del teléfono celular.

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