La represión de Vidal

En el Día de la Mujer, reprimieron brutalmente a trabajadores y trabajadoras de SOEME que realizaban un abrazo simbólico frente a la Dirección General de Cultura y Educación.  Se usaron balas de goma, gas pimienta y hasta polémicas pistolas eléctricas contra porteras de escuelas y cocineras de comedores escolares

Gas pimienta, palos, balas de goma y picanas eléctricas fue la respuesta dada ayer por efectivos de la Policía Bonaerense a una protesta pacífica que realizaba el Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) frente a las puertas de la Dirección General de Cultura y Educación. Decenas de trabajadores y trabajadoras, que reclaman un mínimo salarial de $10 mil, terminaron heridos.

Los auxiliares docentes, en su mayoría mujeres que se desempeñan como porteras y cocineras, realizaban por segundo día consecutivo un abrazo simbólico al organismo público, cuando personal policial avanzó desmedidamente contra ellos, sufriendo varios manifestantes fracturas en su cuerpo y lesiones por los impactos de las balas de goma, debiendo recibir asistencia médica en el Sanatorio Argentino de La Plata.

Corridas y desesperación entre las mujeres presentes despertó el accionar de la Policía, más cuando diferentes trabajadoras agredidas denunciaron que agentes policiales utilizaron las polémicas pistolas Táser, una especie de picana que descarga electricidad.

Desde el SOEME, salieron a manifestar que “a nuestros pacíficos reclamos, las autoridades nos responden con gas pimienta y una violenta represión. Atacaron  a mujeres que son madres, abuelas, que están luchando para que sus familias no pasen hambre. Y lo hicieron justo en el Día Internacional de la Mujer. Son unos cobardes y sinvergüenzas. Exigimos la inmediata renuncia de todos los involucrados”.

Lo incomprensible del caso está dado porque en momentos en que las trabajadoras eran reprimidas frente al palacio educativo, la gobernadora María Eugenia Vidal se encontraba festejando el Día Internacional de la Mujer junto al presidente Mauricio Macri, y el ministro de Seguridad Cristian Ritondo, se encontraba condecorando a mujeres de la Policía.

La intolerancia como método

La intolerancia mostrada en el agresivo proceder contra los trabajadores, va en consonancia con el silencio mostrado durante toda la jornada por el titular de la cartera educativa, Alejandro Finocchiaro, quien nada dijo sobre el tema y se muestra reacio a prestarse al diálogo con los gremios en medio de un clima tirante que no deja de crecer.

Esta situación, de no haber una solución rápida y efectiva al conflicto, generará efectos negativos en los colegios, donde en menos de 48 horas se producirán serias dificultades para el dictado de clases dado que, por la retención de tareas, los auxiliares no están higienizando los establecimientos educativos y tampoco están haciendo funcionar los comedores escolares.

Dirigentes del SOEME alertaron que “en menos de una semana, si la gobernadora Vidal se mantiene en esta postura, el sistema estará completamente paralizado, no habrá clases en ninguna escuela”. Esto significa lisa y llanamente, que el normal dictado de clases  peligra por la intransigencia del gobierno a escuchar los reclamos gremiales.

La tensión se incrementó en la noche de ayer, luego de que la gobernadora Vidal no quisiera referirse públicamente a los hechos de violencia y calificara que el gobierno cerró la paritaria con 27 de los 29 sindicatos estatales de la provincia, mostrando un profundo desconocimiento de la realidad gremial bonaerense y de la representatividad que tienen las entidades sindicales que no adhirieron al irrisorio 15% ofrecido por la administración provincial.