Lo que dejó el tedeum virtual en el Día de la Patria

En el marco del 210° aniversario de la Revolución de Mayo, se llevó a cabo en forma virtual el tradicional tedeum. El Presidente Alberto Fernández participó de la ceremonia, que se realizó a puertas cerradas en la Catedral metropolitana, por las restricciones impuestas debido al aislamiento social obligatorio que se decretó para evitar la propagación del coronavirus. Estuvo a cargo del arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli.

En La Plata, por su parte, el arzobispo Víctor Manuel Fernández presidió el tedeum en nuestra Catedral. El evento fue transmitido en vivo y participaron, entre otros funcionarios, el intendente Julio Garro, el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Blanco; la ministra de Comunicaciones, Jésica Rey y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.

El cardenal apoyó al Gobierno

Al pronunciar su homilía en la Catedral metropolitana, por primera vez a puertas cerradas y sin público, el cardenal Mario Poli realizó un guiño a nuestro feriado patrio, destacando: “Contarnos entre los que cuidamos la vida como el don más precioso nos enorgullece e identifica con el sacrificio de la generación que dio origen a lo que hoy somos como Nación”.

Poli dijo que hace pocos días el Papa Francisco manifestó que “algunos gobiernos han tomado medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para defender a la población” y sub­rayó que “es verdad que estas medidas molestan a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común y, a la larga, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva”. Durante la homilía, que fue seguida por videoconferencia por el Presidente Alberto Fernández desde la Quinta de Olivos, Poli planteó que, frente a la emergencia sanitaria, “la solidaridad, la hospitalidad y fra­ternidad vuelven a surgir como valores que nos identifican”.

En esa línea, planteó que “no debe haber espacio para especular ni acaparar con las necesidades del pueblo”, como tampoco “lugar para llevar al terreno de las ideologías, posturas partidistas o intereses sectoriales”, con lo cual hizo un llamado a “preservar la unidad”.

“Cuidar a los más débiles”

Durante el tradicional tedeum, el arzobispo Tucho Fernández afirmó respecto al actual contexto que atraviesa el mundo: “El dolor, la incertidumbre y la conciencia de los propios límites que despertó la pandemia hace resonar el llamado a repensar nuestros estilos de vida, nuestras relaciones, la organización de nuestras sociedades y sobre todo el sentido de nuestra existencia”, al tiempo que advirtió que, pasada la crisis sanitaria, “la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista”.

“Ojalá que al final ya no estén los otros, sino solo un nosotros. Ojalá que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces”, deseó el arzobispo.

Asimismo, añadió que “el golpe duro e inesperado de esta pandemia fuera de control nos obligó a mirar la realidad cara a cara. Pero sobre todo nos movió a volver a pensar en los seres humanos, en todos, más que en el beneficio de algunos. También nos convencimos de que necesitamos que el Estado intervenga para cuidar a los más débiles”.