Milei y la UE en tensión tras cancelar una reunión con su presidenta

El Presidente ha generado un nuevo escándalo diplomático al cancelar de forma inesperada su reunión con Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión de la Unión Europea, durante la cumbre del G7 en Italia. La decisión, sin explicaciones oficiales, se suma a la suspensión de una reunión con Emmanuel Macron y se plantean serias preguntas sobre la estrategia internacional de la Argentina.

El mandatario argentino canceló abruptamente una reunión que tenía programada con Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión de la Unión Europea, en la próxima cumbre del G7 que se celebrará en Italia del 12 al 15 de junio. Esta cancelación ocasionó un nuevo escándalo diplomático, ya que no se ofreció ninguna explicación oficial. Von der Leyen, quien continuará en su cargo tras las recientes elecciones europeas, había asegurado su posición gracias a un acuerdo con el Partido Popular Europeo y otras fuerzas de centroizquierda.

La cancelación de la reunión con Von der Leyen no es un hecho aislado. Recientemente, Milei también suspendió una reunión bilateral con el presidente francés Emmanuel Macron, quien, a pesar de haber enfrentado una dura derrota electoral que le obligó a adelantar las elecciones legislativas en Francia, sigue siendo una figura clave en la geopolítica europea, especialmente en temas como el acuerdo entre la UE y Mercosur, la defensa de Ucrania en la guerra contra Rusia y el fortalecimiento de las relaciones con China.

La decisión de Milei ha sido interpretada por algunos como un apoyo a los sectores que ganaron fuerza en las elecciones europeas, influenciados por su discurso en el Foro de Davos. Esta acción de Milei parece contradecir la estrategia de la anfitriona del G7, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, quien ha trabajado para distanciarse de los postulados más radicales y posicionarse como una líder “moderada” dentro del bloque europeo.

Cabe destacar que la cancelación de la reunión con Von der Leyen ha sido criticada por fuentes diplomáticas que la consideraban la más importante que Milei tendría en la cumbre del G7. Según estas fuentes, la decisión refleja una prioridad del Presidente argentino por su “imagen global” más que por el prestigio y los intereses de su país. Los diplomáticos encargados de la agenda presidencial en Italia se mostraron disconformes por este episodio, que consideran un “grave error” en la estrategia diplomática de la Argentina en el escenario internacional.

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