Murió Nora Cortiñas, símbolo de Verdad y Justicia
Nora se unió a las Madres de Plaza de Mayo tras el secuestro de su hijo, y su compromiso con los derechos humanos y los más desprotegidos le ganó el respeto y cariño de muchos.
Nora Cortiñas, conocida cariñosamente como Norita, nunca dejó de luchar por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y por numerosas causas justas, desde apoyar a trabajadores hasta abogar por distintas causas. Su compromiso fue incansable.
Norita fue intervenida quirúrgicamente el pasado 17 de mayo en el hospital de Morón debido a una hernia, pero su salud se deterioró por complicaciones adicionales. Aunque su estado se mantuvo estable, con pronóstico reservado hasta su fallecimiento, su familia pidió respeto ante las falsas versiones de su muerte que circularon en redes sociales.
Cortiñas nació en 1930 y vivió una vida normal hasta 1977, cuando su hijo Gustavo fue secuestrado y desaparecido por la dictadura en la estación de trenes Castelar. Gustavo, que estudiaba Ciencias Económicas y militaba en la Juventud Peronista, dejó a su madre convertida en una luchadora que nunca dejó de buscar justicia. Su participación en las rondas de las Madres de Plaza de Mayo la transformó en un símbolo de resistencia y lucha por los derechos humanos.
La noticia de su fallecimiento generó una ola de reacciones. La agrupación H.I.J.O.S. Capital expresó su dolor: “Buscando a su hijo Gustavo se hizo madre del pueblo. Con pañuelo blanco y verde, en las luchas por justicia, con la sonrisa, con la fuerza de lo imposible Abrazamos a su familia Hasta la victoria, siempre”. Abuelas de Plaza de Mayo también lamentó su partida, destacó “su papel crucial en el movimiento de derechos humanos en Argentina”.
Nora se unió a las Madres de Plaza de Mayo tras el secuestro de su hijo, y su compromiso con los derechos humanos y los más desprotegidos le ganó el respeto y cariño de muchos. Su familia destacó su preocupación por la situación del país y su lucha constante por una “sociedad más justa”. Asimismo, recalcaron: “Nos queda el orgullo de haber compartido su vida, su impronta y su enseñanza que dejarán en su familia y en la sociedad una huella imborrable”. “Norita Cortiñas, presente. Ahora y siempre”, expresaron sus familiares.