“Operativo Clamor” en marcha: ¿todos los caminos conducen a Cristina 2023?
La expresidenta prepara el discurso que dará el próximo jueves en el Día de la Militancia. Será en La Plata, en medio de las tensiones políticas dentro del Frente de Todos de cara a los comicios del año próximo. Encuestas y liturgia a la orden del día.
"Haré lo que tenga que hacer”. La frase, pronunciada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hace más de una semana en el marco de un acto organizado en Pilar por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), dejó ecos que se hicieron oír en las filas del Frente de Todos (FdT), el espacio que, desde el incómodo lugar de oficialismo que gestiona con problemas económicos en vías de resolución, intenta sobrevivir a una coyuntura difícil de transitar, pero con el objetivo autoimpuesto de no dar el brazo a torcer y continuar en la Casa Rosada después del 2023.
Desde que sufrió el intento de magnicidio el 1º de septiembre pasado, CFK recuperó el centro de la atención política y, como informó diario Hoy, el próximo jueves encabezará un multitudinario acto en el Estadio Único de la ciudad de La Plata, distrito que la vio nacer.
“Cristina presidenta” es el eslogan que flota como oxígeno de renovación en el aire preelectoral del “panperonismo”, y se prevé que la militancia ultrakirchnerista cope las instalaciones del reducto platense para darle forma a un “plan A” electoral.
En ese contexto, la arremetida del diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, contra Alberto Fernández –lo tildó de “aventurero”– durante su encendido discurso en el congreso del PJ bonaerense realizado en Mar del Plata, dio el puntapié inicial: Cristina preparó el terreno en Pilar y su hijo desparramó las semillas días después. ¿Cosechar para sembrar? La pregunta flota en el aire con pretensiones de certeza.
En ese marco, hay encuestas para todos los gustos, aunque, como dicen los especialistas en guarismos, “está todo muy verde y todo puede pasar”. En el Instituto Patria tienen sondeos que dicen que la expresidenta puede aspirar a perforar los 30 puntos con “votos propios”, aunque esa cifra, se sabe, no alcanza para evitar un balotaje. Los números más pesimistas le dan un piso de 24, cifra que duplica la que pueden llegar a cosechar los otros dos integrantes de la cúpula del FdT: el Presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, no superan los 12, la mitad de los que ostenta la titular del Senado en un mal escenario.
En ese marco, los dirigentes peronistas de todos los pelajes hacen equilibrio y se debaten alineamientos, mientras, en su gran mayoría, procuran refugiarse en sus territorios –los que tienen dónde aferrarse– ante la no deseada eventualidad de una derrota. Pero en la agenda urgente primero está el acto del próximo jueves. Funcionarios nacionales, gobernadores, legisladores e intendentes bonaerenses se encuentran expectantes al discurso, mientras intentan oficiar de mediadores para tratar de mejorar el diálogo hacia adentro del espacio.
Todos saben que cualquier aspiración triunfal dependerá del rumbo de la economía. También conocen que, en ese condicionamiento, el destino que le pueda caer en suerte o desgracia a Sergio Massa en el manejo de la economía tiene un peso específico. Igual, razonan: si le va mal, queda la espalda de Cristina, que sigue teniendo la botonera. En el peor de los casos, es morir con las botas puestas.
Los organizadores del acto en el Estadio Diego Armando Maradona prometen colmar las instalaciones, donde volverá a sonar el cantito “Cristina presidenta”, la consigna esperanzadora para quienes comulgan con el kirchnerismo, con una semántica similar al “Vamos a volver” que se entonaba durante la nefasta gestión de Mauricio Macri.
Con todo, tanto la militancia como los dirigentes cercanos al círculo de decisiones de poder saben que la candidatura la definirá CFK sobre el límite de los tiempos que permite la ley. Pocos imaginan unas PASO con Cristina compitiendo y algún rival interno intentando hacerle frente. Pero en el país de los imponderables, todo puede pasar.