“Pepín” Rodríguez Simón confirmó lo que ya todos sabían
La admisión por parte de Fabián Rodríguez Simón de su participación en el “círculo rojo” de Mauricio Macri refleja una práctica reñida con los principios de la democracia. Aunque el parlamentario prófugo dijo que él no integró la ya famosa mesa judicial, dejó asentada su existencia.
En su presentación ante la Comisión de Refugiados de Uruguay, país donde permanece prófugo de la Justicia argentina, el ex operador judicial de Mauricio Macri, Fabián Rodríguez Simón, apodado “Pepín”, no hizo más que confirmar lo que ya nadie ignora: que durante el gobierno del expresidente funcionó una mesa judicial dedicada a presionar a figuras que resultaban indeseables para su administración, incluidos jueces, fiscales, políticos opositores y representantes gremiales.
“Nunca integré la mesa judicial ni participé de las reuniones que mantenía”, sostuvo “Pepín” en el escrito con el que pretendía que la Comisión lo considerara un refugiado político, víctima de una supuesta persecución en la Argentina. De esa manera, confirmó que había una mesa judicial y que mantenía reuniones.
En tanto, admitió haberse reunido en una ocasión con el camarista Martín Irurzun. No le quedaba otra: hay una foto de ese encuentro. Irurzun es el autor de la doctrina que lleva su nombre y que fue utilizada para encarcelar preventivamente a exfuncionarios kirchneristas como Amado Boudou, quien había sido vicepresidente.
En otros tramos de su presentación, que no le sirvió para obtener el estatus de refugiado, Rodríguez Simón dijo haber actuado como “enlace con el gobierno nacional durante la presidencia de Mauricio Macri en temas políticos, jurídicos e interjurisdiccionales”, y confirmó algo que nunca antes había admitido: que fue él quien sugirió la designación por decreto de los jueces Carlos Rosenkrantz (de quien se definió como “amigo personal desde hace más de 40 años”) y Horacio Rosatti en la Corte Suprema de Justicia. Esto ya lo había confirmado el propio Macri en la misma entrevista televisiva en la que minutos antes había negado la existencia de la mesa judicial.
Otra cuestión que señaló Rodríguez Simón en su texto, y que tampoco puede sorprender demasiado a nadie, es que los tribunales y fiscalías federales de Comodoro Py asociados a las maniobras políticas para beneficiar al macrismo (conocidos informalmente como “Comodoro PRO”), “desde la última Dictadura militar y también durante los gobiernos democráticos, fueron colonizados por agentes o colaboradores de los servicios de inteligencia locales, constituyendo una poderosa corporación extorsiva y al margen del derecho”.
Amigo íntimo de Macri y miembro del Parlamento del Mercado Común del Sur (Parlasur), “Pepín” dijo haber asesorado ad honorem al expresidente. Y también afirmó haber enfrentado “política y mediáticamente a la corporación judicial”, lo que habría hecho en las sombras, ya que no tuvo intervenciones públicas en este sentido.
Esta actuación en su condición de amigo de figuras encumbradas de la política y la Justicia, no justificada por cargos formales, es justamente la de un “operador judicial”. Pero, más allá de la persona de “Pepín”, lo que afirma en su texto confirma lo que ya estaba claro, y que ahora queda ratificado por uno de los participantes del “círculo rojo” macrista: que existió una mesa judicial durante aquel gobierno, y que hizo palanca en un sector de la Justicia Federal que desde hace mucho tiempo actúa según los dictados de la política.