EN FOCO

Recortes en comedores y una Provincia para pocos

Las declaraciones de María Eugenia Vidal, respecto a que los bonaerenses que no pueden pagar las tarifas no tienen derecho a tener agua, luz y gas, da la pauta de que su proyecto político es el de una Provincia “para pocos”. No por casualidad su gobierno le está quitando la comida a los sectores más humildes con los aberrantes recortes aplicados en los comedores escolares.

Semejante insensibilidad muestra, a las claras, de que Vidal le mintió descaradamente a la ciudadanía cuando durante la campaña electoral, con su permanente sonrisa y sus frases hechas, se mostraba como una comprensiva madre de familia capaz de entender y atender la situación de los más postergados.  A casi seis meses del cambio de gestión, la realidad es muy diferente. Vidal y su equipo de gobierno, en su gran mayoría conformado por ex funcionarios porteños y ex gerentes de empresas multinacionales, no tienen el más mínimo interés político en intentar lograr que exista una movilidad social ascendente para que los sectores más humildes de la Provincia tengan la posibilidad de acceder a una escuela pública digna.

En ese contexto, el gobierno hace oídos sordos a los reclamos y sigue recortando cupos en los comedores escolares de toda la Provincia, impactando de lleno en el Gran La Plata.
 
Ayer se conoció que en una escuela de Colonia Urquiza, en el corazón del cordón frutihortícola de La Plata, donde asisten en su gran mayoría hijos de familias de humildes quinteros, el director no tuvo más alternativa que comunicar –vía pizarrón- que comenzará a seleccionar qué chicos pueden comer y qué chicos no.  ¿El motivo? Al establecimiento le asignaron 118 cupos,  cuando hay que alimentar, diariamente, a más de 400 alumnos. La ecuación es sencilla: es imposible que la comida alcance para todos.

Lo que sucede con esta escuela es lo mismo que reflejó la investigación del diario Hoy y la Red 92, puesta al aire el pasado domingo en el programa Todo en Uno de América 24, cuando se mostró el impacto catastrófico que está provocando la reducción de cupos en toda la Provincia. En el informe aparecela directora de la Escuela Secundaria Nº 65 de La Plata (ubicada en calle 38 y 25, a seis cuadras del Estadio Unico), Patricia Bianchi, que quebró en llanto al relatar que los chicos que asisten a ese establecimiento van a la escuela con hambre y ella ya no puede dar respuestas porque las viandas no alcanzan: el gobierno bonaerense le recortó 70 cupos. Lejos de atender esta situación, Bianchi le confirmó a Hoy que la situación sigue sin resolverse. Es decir, no se restituyó ni un solo cupo y los chicos siguen pasando hambre.
 
Tamaña insensibilidad sólo es posible a partir de una ignorancia supina respecto a lo que implica la educación pública para el desarrollo de una sociedad. La gobernadora no lo siente porque durante su época de estudiante jamás pisó una escuela: siempre asistió a establecimientos privados y se recibió en la Universidad del Salvador. Sus tres hijos también van a colegio privado.

La participación de Vidal en la Acción Católica, durante años, tampoco parece estar surtiendo algún efecto ya que su accionar de gobierno no refleja, en los más mínimo, el profundo sentido social que tiene el Evangelio. En ese sentido, sus recientes intentos de querer acercarse al Papa Francisco parecen ser, apenas, una mera puesta en escena.

Reducción de cupos: el drama de una escuela platense

“A partir de esta semana sólo podrán almorzar los alumnos que tengan contraturno u horario extendido debido a la reducción por el cupo de comedor que posee la escuela: 118 cupos para 400 alumnos”, reza el mensaje escritor por el director de la Escuela Secundaria Nº86 ubicada 492 y 186, en Colonia Urquiza, La Plata. La mayoría de los alumnos son hijos de humildes trabajadores de la tierra.

La problemática por la reducción de cupos obligó a las autoridades a dar aviso a los padres y a tener que reordenar el cronograma de alimentación teniendo que dejar a muchos chicos sin el plato de comida que recibían hasta hace unas semanas. Da cuenta de ello un afiche colgado en la puerta del salón que en vez de estar repleto de pibes disfrutando de su almuerzo se encontraba cerrado.

“Tenemos un comedor, pero no alimentos, ni desayuno, almuerzo, ni merienda ¿Quién no tiene hambre?”, fue el mensaje.

La insólita reacción del ministro Esteban Bullrich

La decisión de querer esconder la realidad no es patrimonio exclusivo del gobierno bonaerense. A nivel nacional, en la gestión macrista, ocurre algo similar a punto tal que el ministro de Educación, Esteban Bullrich, acusó de “estar mal informando” a un periodista de la Red 92 que le consultó por los recortes en los comedores escolares.

“No hubo recortes, de ninguna manera. Por el contrario, ha habido aumento del valor de la ración. Usted está mal informando”, le dijo el ministro Bullrich al cronista de la red 92.  Y luego insistió: “no hay ningún recorte, y si hay algún caso puntual lo analizamos”.

En rigor, la Provincia llevó a 12,60 pesos lo que paga por cada chico que alimenta, cuando en la Capital Federal se paga 40 pesos. A su vez, el recorte generalizado en los cupos es una realidad concreta que se vive a lo largo y ancho del territorio bonaerense.

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