Radiografía de la era Milei
Represión en el Congreso: violencia, manipulación y un clima de tensión creciente
En una jornada marcada por la brutalidad policial, jubilados y manifestantes fueron reprimidos frente al Congreso con balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes. Denuncian maniobras policiales para manipular la escena y desviar el foco de atención.
La movilización de jubilados frente al Congreso de la Nación realizada este miércoles en reclamo de jubilaciones dignas junto a ciudadanos e hinchas de diversos clubes de fútbol, fue respondida con una violenta represión por parte de la Policía de la Ciudad y Gendarmería.
Los efectivos utilizaron balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes para dispersar a los manifestantes, dejando un saldo de al menos 14 detenidos y varios heridos, entre ellos una jubilada de 87 años que fue trasladada al Hospital Argerich.
La protesta, que exigía una urgente recomposición de los haberes jubilatorios, comenzó antes de las 17. Desde el inicio, la Policía formó un cordón de seguridad y amenazó con utilizar gas pimienta en caso de disturbios. Cerca de las 16:30, los efectivos lanzaron los primeros gases lacrimógenos y generaron escenas de caos.
Durante el operativo, testigos denunciaron maniobras de manipulación por parte de las fuerzas de seguridad. Según un video difundido en redes sociales, la Policía dejó un arma tirada en la plaza con la intención de incriminar a los manifestantes. “Esto es una locura, Bullrich está dejando armas para decir que la gente está armada”, alertó un usuario en X.
En paralelo, un auto de la Policía de la Ciudad fue incendiado en circunstancias poco claras, alimentando las sospechas de que se trató de un montaje para justificar la represión. La violencia del operativo fue tal que un jubilado suplicó: “Que no nos peguen más”.
A medida que avanzaba la tarde, la situación se tornó más crítica. Los efectivos, armados con fusiles, intensificaron el ataque en las inmediaciones del Congreso, donde un fotógrafo recibió un balazo de gas lacrimógeno en la cabeza y detuvieron más de un centenar de personas. Pese a la brutalidad de la represalia, muchos manifestantes continuaron la protesta en avenida de Mayo.