Sin moratoria, peligra el acceso a la jubilación
El 31 de marzo finaliza la moratoria previsional. Sin esa política, el 59% de los actuales beneficiarios del ANSES no se habría jubilado, es decir, 4,3 millones de personas. A partir de abril, se deberán conformar con la PUAM.
Comienza la cuenta regresiva por el fin de la moratoria previsional, la cual terminará el 31 de marzo de este año entrante y el Gobierno nacional ya tiene decidido no extenderla. Se trata de un mecanismo que a lo largo de los años fue tomando diferentes formas, por el cual se le otorga a aquellas personas que tienen edad para jubilarse pero no los aportes suficientes la posibilidad de completar los años faltantes y poder acceder a la jubilación.
Esta política se trató de un quiebre del sistema jubilatorio argentino: el 59% de los actuales beneficiarios no logró completar sus años de aportes y pudo jubilarse gracias a la moratoria previsional, mientras que solo el 41% obtuvo su pensión con todos los trámites en regla. En números nominales, hasta el cierre del 2024 se registraron 4.329.041 jubilados con moratoria y 2.949.789 que cumplieron con sus años de aportes.
A su vez, en 2024 ingresaron al sistema previsional mediante la moratoria 305.041 beneficiarios nuevos, mientras que 274.553 lo hicieron “en regla”.
Otro dato curioso es que la cantidad total de jubilados que cumplieron con los años de aportes se mantiene más o menos estable en alrededor de 3 millones de personas desde 2001. En ese año, se contabilizaron 3,3 millones, mientras que en 2024 bajó a 2,9 millones. En paralelo, los que entraron por la moratoria subieron de 4.833 en 2005 a 4,3 millones en 2024.
A partir del 31 de marzo, quienes no cumplan con los años de aportes podrán optar por Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), equivalente al 80% de una jubilación mínima.
El ajuste a jubilados
No es casual que el gobierno de Milei termine con la moratoria. En 2024 su política de ajuste recayó principalmente en los jubilados. Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) precisó que el superávit financiero (de $357.162 millones en noviembre) y el superávit primario (de $1.381.545 millones) se logró gracias a reducir en 27% los gastos del Estado en términos reales (considerando la inflación) frente al 2023. En tanto, uno de cada cinco pesos recortados corresponde a jubilaciones y pensiones.
“El poder de compra promedio de los jubilados en once meses de 2024 registra una caída real de 21% respecto de igual período de 2023, en tanto los haberes mínimos (con bonos) perdieron 15,7%”, señaló OPC.