Vidal fue la más votada en la provincia de Buenos Aires
En segundo lugar, se ubico el polémico jefe de gabinete, Aníbal Fernández, quien le ganó la interna a Julián Domínguez. Ambos cosecharon el 40% de los votos como partido. Más atrás quedó Felipe Solá, del frente UNA
Con el 95,4% de las mesas escrutadas, el Frente para la Victoria (FpV) se imponía con el 40% de los votos en las elecciones primarias para la gobernación bonaerense, en las que Aníbal Fernández se consagraba en la puja interna con Julián Domínguez.
En segundo lugar se ubicaba el frente Cambiemos con María Eugenia Vidal, quien individualmente era la postulante más votada, y tercera la alianza UNA, que postuló a Felipe Solá.
El oficialismo obtenía así el 40,3% de los sufragios sumadas las dos opciones, mientras Cambiemos Buenos Aires lograba el 29,4% y la Alianza Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) alcanzaba el 19,5%.
En tanto, Progresistas alcanzaba el 4% de los sufragios y el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) lograba 3,67%, por lo que se ubicaban como las otras dos fuerzas con el derecho de participar en los comicios de octubre.
La dupla Aníbal Fernández-Martín Sabbatella llegaba a los 1.628.223 votos, mientras la fórmula competidora de ese binomio en el oficialismo, Julián Domínguez-Fernando Espinoza, sumaba 1.474.840 votos.
María Eugenia Vidal, la candidata de PRO, llegaba a los 2.263.430 votos, lo que la posicionaba como la postulante más votada, mientras Solá lograba 1.503.783 votos.
En Progresistas, que también dirimió internas, la fórmula de la lista Igualdad y Decencia del senador nacional Jaime Linares y el ex rector de la Universidad del Centro, Juan Carlos Pugliese, obtenía un contundente triunfo sobre Jorge Ceballos-María Vuoto, al imponerse con el 67,1% de los votos partidarios contra el 32,8%.
Otra de las fuerzas que definió postulaciones en las PASO fue el Frente de Izquierda (FIT), donde se imponía la lista Unidad, compuesta por Néstor Pitrola y el dirigente ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero, frente a Renovar y Fortalecer, de Christian Castillo y el delegado sindical de la empresa alimenticia Kraft Foods, Darío Hermosilla, por 56,5% a 43,4% de los sufragios internos.
Sin superar el piso del 1,5 por ciento, quedaban eliminados los precandidatos de Compromiso Federal, Eduardo D Onofrio (0,99%); del MST, Vilma Ripoll (0,58%); del Frente Popular, Adolfo "Fito" Aguirre (0,55%), del MAS, Héctor "Chino" Heberling (0,49%), y de Patria Grande, Manuel Bertoldi (0,40%).
Una semana complicada
Aníbal Fernández vivió una semana complicada por la denuncia en el programa de Jorge Lanata sobre su supuesta implicancia en el tráfico de efedrina, pero supo utilizar el golpe para consolidar su aceptación en el núcleo duro del kirchnerismo, el segmento en el que mejor se mueve.
Siempre dispuesta a quedar enfrentada al Grupo Clarín, Cristina Kirchner, que en un primer momento parecía respaldar a Domínguez, le dio una mano a Aníbal y mandó su Gabinete a su acto de cierre, el miércoles en el Gran Rex.
La campaña no terminó en buenos términos. Aníbal implicó a Domínguez en las denuncias de Lanata y el diputado denunció una campaña del Afsca en su contra. Además, el jueves pasado, Jorge Rial aseguró que se cortó la transmisión de su programa cuando Domínguez detallaba la supuesta campaña en su contra orquestada por Martín Sabbatella.
“Somos tres grandes fuerzas, no dos”
El candidato a gobernador bonaerense por UNA, Felipe Solá, advirtió, tras conocerse los primeros resultados de las elecciones PASO, que la gente decidió elegir por "tres grandes fuerzas y no dos, como se quería decir que existía".
Solá, quien fue gobernador de la provincia entre 2002 y 2007, consideró que integra una opción "inteligente, moderada y con proyección a futuro", mientras que ensalzó al Frente Renovador como la tercera fuerza del país.
"Existimos, somos la tercera fuerza y vamos a ir al frente por la Gobernación y la Presidencia", sostuvo Solá al pronunciar las primeras palabras en el bunker de la alianza UNA, entre el Frente Renovador de Sergio Massa y José Manuel de la Sota.
"Vamos a seguir haciendo campaña sobre aquellas cosas que más duelen en la provincia de Buenos Aires. Vamos a seguir haciendo campaña sobre la droga, vamos a seguir haciendo campaña sobre la inseguridad", anunció Solá.
Un escenario distinto al de hace 4 años
Con los 40 puntos que logró el Frente de la Victoria ayer en la provincia de Buenos Aires para los precandidatos a gobernador se confirmó un descenso de más de 4 puntos respecto a las PASO de agosto de 2011.
En aquella oportunidad el oficialismo, con Daniel Scioli a la cabeza, había alcanzado el 44,26 por ciento de los votos, y el segundo lugar lo había obtenido Francisco De Narváez, con Unión para el Desarrollo Social, con el 17,49 por ciento de los sufragios.
Pasar de una diferencia de casi 27 puntos entre el primero y el segundo, hace cuatro años, a solo diez en la elección de ayer, ya que Cambiemos sumó alrededor de los 30 puntos, impone un escenario abierto. Sin dudas ahora arranca una nueva campaña en la que cada partido o frente ajustará estrategias en vistas al 25 de octubre. Serán 70 días muy intensos.
