Cansados de los robos, vecinos planean mudarse
Sucedió en el barrio cerrado Las Huertas, de Gorina, donde hubo dos hechos durante el fin de semana. En ninguno de los casos pudieron dar con los implicados y exigen mayor seguridad.
La zona Norte de la región es sin lugar a dudas una de las más golpeadas por la inseguridad; los residentes de las diversas localidades han padecido robos de todo tipo. En este caso, vecinos de un barrio cerrado de Gorina aseguran que tienen pensado mudarse a causa de varios episodios delictivos.
Se trata del barrio Las Huertas, ubicado en la zona de 501 y 150, donde el pasado fin de semana los frentistas padecieron dos hechos con tan solo unas horas de diferencia. El primero de los incidentes sucedió el sábado, cuando un grupo de delincuentes ingresó a tres casas del predio.
Uno de los damnificados sufrió no solo el robo de dinero en efectivo (cuya cifra no trascendió), sino que también le revisaron el auto y le quitaron varias herramientas que usa para su trabajo. Incluso, los hampones usaron su propia escalera para saltar el paredón y escaparse antes de que llegara la Policía, dejando tirado parte del botín en el camino.
Lejos de ser el único caso en ese barrio, menos de 24 horas después, el domingo, ocurrió otro robo. En esta segunda ocasión nuevamente ingresaron a otro de los inmuebles (ubicado en frente al anterior) y lo desvalijaron por completo. Los ladrones se llevaron varios equipos de música mientras los propietarios estaban adentro durmiendo.
Debido a este robo y ante la falta de respuestas por parte de las autoridades los dueños de la vivienda decidieron mudarse. Además, otros frentistas señalaron que han visto merodear por la zona a una moto con dos personas a bordo, que suelen filmar con un celular.
Cabe mencionar que los damnificados aseguraron que los hampones suelen escaparon hacia el lado del Frigorífico, ya que es una zona donde no hay iluminación y además es todo un descampado. Debido a esto, piden mayor presencia policial y la instalación tanto de luminarias como de cámaras de seguridad.
La falta de asfalto y las malas condiciones de las calles imposibilitan también tanto el ingreso de ambulancias como de patrulleros, por lo que los propios vecinos incluso analizan poner un perímetro electrificado y dispositivos de vigilancia, algo que tendría que salir netamente del dinero de sus propios bolsillos. Demás está decir que por ninguno de los hechos hay detenidos.