Comienza el juicio por uno de los femicidios más brutales de nuestra región

Este viernes 3 de diciembre, el Tribunal Oral en lo Criminal n° 5 de La Plata comenzará el juicio oral a Ariel Osvaldo “Papu” Báez (28), el acusado de haber violado y asesinado a la estudiante de medicina Emma Córdoba, y de haber abusado sexualmente y torturado a la amiga de ésta, Ana Laura, el 8 de julio del 2017.

El debate se había cancelado dos veces a raíz de la pandemia de Covid-19. Luego de ello, la Oficina de Gestión de Audiencia (OGA) de Tribunales Penales estableció que el imputado sea juzgado los días 3, 6, 7 y 8 de diciembre de este año, con los protocolos y cuidados correspondientes según disposición de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires.

Ataque demencial

Emma y Ana Laura eran amigas y alumnas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Plata, a quienes les faltaba cursar y aprobar pocas materias para recibirse. La noche del 7 de julio del 2017, se habían juntado a estudiar en la vivienda de una de ellas, ubicada en 126 entre 5 y 6 de Punta Lara, partido de Ensenada.

Cerca de la 1.30 de la madrugada del día siguiente, el asesino sorprendió a Ana Laura cuando la joven abrió la puerta para que entraran los perros de la dueña del hogar. Tras abalanzarse sobre ella y amenazarla con un arma de fuego, el hombre ingresó y preguntó incesantemente por la expareja de la propietaria, debido a que ambos tendrían conflictos de vieja data.

Después, el criminal las ató con un cable y las violó mientras filmaba todo con su celular. Cuando creyó que las dos habían muerto, las envolvió en una frazada e intentó prenderlas fuego, y cerró la puerta con llave para que no pudieran salvarse.

Emma falleció producto de los golpes recibidos con una pala, pero su amiga logró salvarse y salir a la calle semidesnuda a pedir ayuda.

Báez fue detenido pocas horas después en la vivienda de al lado de la casa de Emma. Según la investigación de la fiscal Virginia Bravo, después de cometer los delitos de los cuales se lo acusa, se fue a dormir junto a su bebé y su mujer. Los investigadores encontraron sangre en su ropa, además de que la comparación de su ADN con los de las víctimas fue coincidente.

El sujeto llega a juicio imputado por “violación de domicilio, privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el uso de arma, tentativa y homicidio doblemente agravado con ensañamiento y mediando violencia de género, hurto y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, todo ello en concurso material”.