Con el testimonio de dos policías y la dueña de la casa alquilada, terminó la primera semana del juicio por Fernando Báez
Uno de los oficiales aseguró que los acusados se reían al momento de la detención y la dueña de la casa afirmó que le costó mucho volver a alquilarla.
La quinta jornada de declaraciones en el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa a manos de 8 rugbiers terminó pasadas las 15 hs. Además de la declaración de la empleada del Hotel "Inti Huasi", dieron su testimonio dos policías implicados en la detención de la violenta banda, la dueña de la casa que alquilaban en Villa Gesell y los peritos del caso.
El jefe de la Policía Bonaerense de Pinamar, Lucio Daniel Pintos, encabezó el allanamiento en el que se detuvo a los rugbiers y prestó declaraciones.
"Ubicamos la casa y salieron de la misma, al verlos nos dimos cuenta que entre ellos estaban los que habían sido echados del boliche. Le dimos la voz de alto y los detuvimos".
Pintos, contestando la pregunta del fiscal Juan Manuel Dávila de si alguno de los implicados involucró a alguna persona no presente en ese momento, aseguró que Thomsen lo nombró a Pablo Ventura.
Luego declaró Julia Semsey, dueña del chalet que alquilaban los rugbiern en Villa Gesell ese verano. "Esto fue un antes y después para nosotros", expresó la mujer agregando que luego del asesinato le costó mucho volver a alquilar la casa.
A su vez el policía Lautaro Cuqueijo contó que en el momento de la detención, realizada "cuarto en cuarto" de la casa, Thomsen fue "el único que estaba nervioso", agregando que "inclusive vomitó".
En su declaración, el perito Hugo Vázquez afirmó: "Estaban muy risueños (los rugbiers). Les tuvimos que llamar la atención varias veces para que no se rieran". Concluyó su testimonio involucrando nuevamente en el día a Thomsen, quien incriminó a Pablo Ventura diciendo que una de las zapatillas ensangrentadas eran de el.