De “un nuevo Ariel Ortega” a morir en el marco de un brutal asalto: quién era el menor ultimado
Hoy indagará al implicado para ver qué determinación tomará después con él, y en ese sentido explicó que “hay que aclarar la circunstancia de los disparos”.
Una de las teorías que corrió durante la jornada de ayer era que los delincuentes que asaltaron al efectivo de la Policía Federal, terminando uno muerto, habían intentado ingresar a la casa de Juan Pablo Medina, al parecer con fines ilícitos, pero Juan Menucci, fiscal de la causa, lo descartó por completo.
“El hecho no tuvo nada que ver” con “El Pata” Medina, le confió a este medio, y agregó que el cabo “ni siquiera había tomado todavía el servicio, porque lo interceptaron antes de llegar. Se trató de un robo de moto al voleo en medio de la calle”.
Hoy indagará al implicado para ver qué determinación tomará después con él, y en ese sentido explicó que “hay que aclarar la circunstancia de los disparos”.
En tanto, mientras los familiares del delincuente abatido, Kevin Ifrán, fueron entrevistados ayer por Menucci, los detectives de la DDI se concentraron en dar con el cómplice del ladrón, que se dio a la fuga y dejó a su compañero muerto.
Acerca de Ifrán, este diario pudo averiguar que de chico había jugado en el club Comodoro Rivadavia de Tolosa, donde algunos lo consideraban un futbolista con el talento de Ariel Ortega, el histórico deportista de River Plate. Sin embargo, no pudo terminar de desarrollarse en la actividad y cayó en la delincuencia, donde con apenas 16 años “ya había cometido varios robos, tenía sobrados antecedentes”, finalizó un portavoz.
A su vez, quien habló con este multimedio fue Fabiola García, la mujer del “Pata”: “Mi preocupación es que no puedo acreditar de dónde viene esto. Esto ocurrió a una cuadra y media de mi casa. Existen las casualidades y las casualidades para mí. Justo ayer (por el miércoles) el jefe de la barra brava de Estudiantes de La Plata, Iván Tovar, posteó un video donde amenaza a mi marido, y no es la primera vez. Se ve que alguien lo apaña, porque sigue caminando tranquilamente”.