De un puntazo en el corazón: así murió el hombre que defendió a su hermana de su expareja

Su excuñado estaba destrozando la casa de la mujer, en Tolosa, y buscó evitarlo. El criminal cayó en 1 y 38. Fue primicia exclusiva de diario Hoy.

De un único puntazo en la zona del corazón: así mataron en la noche del domingo en Tolosa a Jonathan Baiza, el hombre de 31 años que salió en defensa de su hermana ante la expareja de esta, quien lo ultimó de una puñalada tan certera como mortal.

Calificados voceros le contaron a diario Hoy que Juan Manuel Barros (25) le asestó “un cuchillazo en la zona torácica izquierda, en las inmediaciones del corazón. Pudo habérselo perforado o bien tocar alguna arteria, por la cantidad de sangre que perdió”. En cuanto al arma homicida utilizada, hasta el cierre de esta edición no había sido localizada.

Como Trama Urbana detalló en exclusiva en su edición anterior, todo se desencadenó a las 21, cuando el implicado se apersonó hasta el domicilio de su exmujer, en 522 y 122. “Ni bien llegó, empezó a romper las ventanas, una acción de manual en los hombres con tendencias a la violencia de género”, añadió el portavoz. La madre de la chica llamó entonces a otro de sus hijos, Jonathan, para ponerlo al tanto. Él corrió los casi 500 metros que separan su domicilio del de su pariente y enfrentó a su excuñado. “¿Qué te pasa con mi hermana, tarado?”, le reprochó, y el otro lo apuñaló. La mujer de la víctima fatal lo atajó antes de que cayera al piso y luego lo trasladaron al hospital Gutiérrez, donde arribó “sin signos vitales”.

Plan de fuga

Numerarios del Gabinete Técnico Operativo de la comisaría Sexta iniciaron una investigación y recogieron testimonios, adentrándose en el barrio donde todo sucedió: El Mercadito.

Determinaron que Barros, changarín domiciliado en 522 entre 121 y 122, huyó a pie “con dirección hacia la terminal de trenes de La Plata”, por lo que se llevó a cabo un “minucioso rastrillaje” hasta que lo divisaron a las 23 en 1 y 38, mientras cruzaba una plaza. “Creemos que pensaba abandonar la ciudad”, aseveraron.

Fue puesto a disposición de la UFI 2, donde se le abrió una causa por el delito de “homicidio”. En tanto, hasta el momento no se registraron denuncias previas de la expareja del imputado en el marco de la violencia de género. “No tenemos conocimiento de hechos previos y en la Comisaría de la Mujer no hay nada”, finalizó el vocero.

Baiza era padre de una nena de un año, otra de 11 y un niño de 6, y se recibió de instructor de boxeo recreativo, dando clases gratuitas en el patio de su casa. La pandemia lo dejó sin empleo y desde hacía un tiempo se iba con su bici a una obra en construcción en Ensenada, donde le pagaban $1.000 por día.

El domingo, tras la jornada laboral y mientras disfrutaba de una cerveza, sobrevoló la tragedia y terminó muerto.

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