Delincuentes entraron en una fábrica en Abasto y escaparon con un jugoso botín

Un número indeterminado de sujetos perpetraron un audaz golpe en una fábrica de Abasto, donde ingresaron tras forzar uno de los accesos principales. En el interior del lugar, ­permanecieron durante algunos minutos para luego darse a la fuga con un millonario botín y sin ser identificados.

Los hampones se dirigieron hasta el predio ubicado en las calles 211 y 519, donde funciona una carpintería dedicada a realizar trabajos en aluminio. Para poder entrar, los implicados cortaron el alambrado perimetral y luego, utilizando algún tipo de herramienta, rompieron el portón de la entrada.

Fue recién al día siguiente, cuando uno de los operarios se disponía a realizar su jornada laboral, cuando descubrió que el ingreso estaba abierto de par en par y posteriormente se percató de que la malla metálica de los alrededores de la fábrica tenía un agujero de grandes dimensiones.

Es por ello que decidió darle un pronto aviso al propietario, quien después descubrió que había sido víctima de un intrépido atraco. Los ladrones reventaron una caja fuerte, donde había guardada una importante cantidad de billetes producto de una transacción que se había realizado hacía muy poco.

De acuerdo con la estimación del damnificado, los maleantes se alzaron con un botín que rondaba los 5.000 dólares, que, al tipo de cambio actual, arrojan unos 5 millones de pesos en moneda local.

Buscan a los sospechosos

En este sentido, se presume que los delincuentes actuaron durante la madrugada, aprovechando que, en ese horario y en ese lugar, hay muy poca circulación de personas, por lo que actuaron con mayor tranquilidad y hasta incluso se tomaron el tiempo de cortar la energía eléctrica. Lo cierto es que se hicieron de un importante botín y, en ese marco, se cree que el golpe podría haber sido planificado con antelación. Por el momento, hay pocos datos certeros sobre los sospechosos, que son intensamente buscados y, al cierre de esta edición, continuaban prófugos.

Por otro lado, cabe destacar que, a principios de este año, la fábrica ya había sufrido un hecho de esta naturaleza, aunque con un efecto mucho menor. En aquella oportunidad, dos sujetos saltaron por el alambrado, se colaron por una ­ventana y huyeron con algunos objetos de valor.