Dos homicidios y, hasta el momento, ninguna respuesta

Los crímenes ocurridos en barrio Hipódromo y Berisso contra una jubilada y un hombre, respectivamente, aún no tienen sospechosos ni personas encarceladas

La semana en curso ha sido, sin duda, una de las más violentas en lo que va del año en nuestra región, con personas asesinadas en diferentes circunstancias y con otras varias heridas. 

En este marco, el caso que más llamó la atención de la sociedad fue el de Elisa Angélica Miquel, la jubilada de 77 años que encontró la muerte en su casa del barrio Hipódromo, luego de haber sido atacada a golpes por los dos delincuentes que ingresaron a robarle. El aberrante suceso se registró cerca de las 2.30 del miércoles en una vivienda de diagonal 114 entre 39 y 40 y, hasta el momento, no hubo ningún detenido. “Manejamos varias hipótesis, pero la más firme es la del homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito, en este caso el robo)”, le contó a este medio un calificado investigador que analiza lo sucedido. 

Lo que a los pesquisas les llamó la atención fue la brutalidad emplea­da para atacar a la anciana, que tenía tres hijos y cuatro nietos. “La mataron a golpes, sobre todo en el rostro. Había sangre hasta en las paredes”, resumió un jefe de la fuerza, y aseguró que, si bien sobre el cuello de la víctima se encontró un cable, no llegaron a estrangularla. También les extrañó que nadie haya escuchado lo que estaba pasando en la habitación de Miquel: “Este tipo de crímenes, además de dejar un re­guero de sangre, son ruidosos. Es difícil, te diría que imposible, asesinar a golpes a alguien de manera silenciosa. No solo por los golpes en sí, sino también por los gritos que puede emitir la víctima”. 

La hija de la damnificada, Patricia Odelo (54), vive en la planta alta de la propiedad, aunque tenían poco contacto entre ellas. “Era como si vivieran solas, porque las dependencias funcionaban por separado”, explicó un analista. Sin embargo, eventualmente se conectaban entre sí. Así como Odelo se levantó de su cama después de escuchar unos ruidos y bajó hacia el dormitorio de su madre, topándose con el horror. “Ella dice que no oyó nada. Podría parecer extraño, pero no lo es, teniendo en cuenta que suele tomar pastillas para dormir”, esgrimieron. Por último, una fuente aceptó que “la teoría más concreta es la del robo y estamos trabajando en eso”.

Apuñalado por la espalda 

En tanto, el asesinato de Víctor Manuel Ibarra (67) en 125 y 66 de Berisso responde, “casi con seguridad”, a un incidente “por cuestiones de vieja data. Una pelea”, según un pesquisa. Al hombre le aplicaron cerca de la 1 del miércoles una puñalada en la espalda, entre las costillas, que lo mató en pocos segundos. Tras el brutal incidente, el autor se dio a la fuga con el arma blanca implementada. Tanto en este caso como en el de barrio Hipódromo, aún no hay sospechosos. 

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