El alivio de las madres de los adolescentes asesinados en la Masacre de Monte

Tras la condena a los cuatro policías implicados, las progenitoras de las víctimas recuperaron parte de la paz perdida. El juicio se llevó a cabo en La Plata.

Yanina, Susana, Gladys y Blanca, las madres de las cuatro víctimas de la Masacre de Monte, lloraron y se abrazaron el pasado miércoles al conocer el veredicto condenatorio contra los cuatro policías acusados por los homicidios, y ayer, al cumplirse el cuarto aniversario del hecho, se consolaron pensando en que “los chicos pueden descansar en paz” y “volar alto”.

“Ahora mi hija puede descansar, volar alto”, describió Yanina Zarzoso, mamá de Camila López (13), quien falleció la madrugada del 20 de mayo cuando viajaba con sus amigos en un Fiat 147 que comenzó a ser atacado y perseguido injustificadamente a los tiros por cuatro efectivos bonaerenses, hasta que impactó contra el acoplado de un camión estacionado sobre la colectora de la Ruta 3.

En dicho impacto, Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22) murieron, mientras que Rocío Quagliarello (17), en ese entonces de 13 años, fue la única sobreviviente, aunque sufrió heridas graves en un brazo y en ambas piernas y permaneció internada durante veinticinco días en el Hospital El Cruce.

En misma sintonía que Yanina, Gladys Ruiz Díaz, Susana Ríos y Blanca Suárez, madres de Danilo, Gonzalo y Aníbal, respectivamente, viven esta fecha de una manera “todavía más especial”, según relataron.

Es que el pasado miércoles por la noche, un jurado popular declaró culpables a los cuatro policías por la tentativa y posterior muerte de sus hijos en un veredicto dado a conocer en los tribunales de La Plata, luego de ocho horas de deliberación.

“La espera del último día me mató. No lo podía creer, ni siquiera entendí bien cuando dijeron 'culpable'. Por suerte estoy muy conforme con el fallo”, contó Ríos. Con sensaciones parecidas, Yanina Zarzoso detalló: “Fueron horas interminables. Tuve confianza, porque en el juicio estaba todo dicho…”.

Finalmente, pasadas las 21.45 del miércoles, la presidenta del jurado popular señaló las calificaciones de los delitos que habían cometido Rubén García, Leandro Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez durante la noche del 20 de mayo de 2019.

Persecución y choque

El jurado entendió que existieron dos secuencias y distintas responsabilidades en el mismo hecho, ya que García y Ecilape fueron considerados “culpables por unanimidad” como los coautores del delito de “homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego” en perjuicio de los cuatro chicos, por lo que recibirán como pena la prisión perpetua.

García y Ecilape fueron reconocidos como los uniformados que provocaron la colisión del auto en plena persecución del Fiat 147 en el que viajaban las víctimas, vehículo al que, según lo probado en el juicio, le dispararon al menos en cuatro oportunidades.

Por otra parte, la delegada del jurado enunció que “por mayoría de 10 de los 12 miembros”, Monreal e Ibáñez eran culpables del delito de “tentativa de homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego” de las mismas víctimas, que prevé una pena de entre 15 y 20 años de prisión.

Según se determinó en el juicio, Ibáñez manejaba un móvil acompañado de Monreal y le cruzaron el paso al auto en el que iban las víctimas. Monreal realizó un disparo con su pistola calibre 9 milímetros que hirió a Gonzalo Domínguez en su pelvis. El Fiat 147 continuó con la fuga hacia la colectora de la Ruta 3, perseguido por el otro patrullero, en el que circulaban García y Ecilape, hasta el choque fatal.

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