El negocio millonario detrás de los robarruedas que actúan en la zona norte platense
Los vecinos de City Bell y Villa Elisa sufren a diario decenas de sustracciones de cubiertas y llantas de sus vehículos. Apuntaron duramente contra la Policía.
Desde hace ya varios meses, los vecinos de La Plata sufren a diario los múltiples robos de cubiertas y llantas de los autos, sin que la autoridad policial haga nada al respecto. Se trata de hurtos millonarios, ya que no son atracos aislados, sino a gran escala.
En una misma jornada, los delincuentes pueden hacerse hasta con diez ruedas, que luego venden en el mercado negro cada vez más amplio en el rubro.
Los residentes del sector norte, como City Bell y Villa Elisa, fueron los más perjudicados, ya que los ladrones decidieron enfocarse en esas zonas y cometen sus fechorías a cualquier horario, inclusive de día y en pleno centro. Llamativamente, pese a estar alertados, los agentes de la Fuerza no hacen más que mirar para los costados y desoír el reclamo popular de mayor seguridad. Los que no se hicieron los desentendidos fueron los medios de comunicación masivos de Capital Federal, que recogieron el guante de Trama Urbana, quien publica a diario estos sucesos, y continuaron con la problemática.
Casos, casos y más casos
“Aviso que tengan cuidado con sus autos, me acaban de robar la rueda en la puerta de mi casa, por 455 y 21 D. Fueron 15 minutos que dejé la camioneta afuera porque tenía que salir de nuevo. Estén atentos”. Este fue el puntapié inicial de un vecino de la localidad del norte, y otros lo siguieron.
“En 19 bis entre 479 y 480 le robaron dos ruedas a un auto también, dicen que se ve en cámaras (de seguridad) que es un (vehículo Peugeot) 405 negro el que se las llevó”, continuaron. “Le habían robado las ruedas a varios autos por 21 y 471 A”, añadieron. “Están robando ruedas con una camioneta, no sé si era una Renault Kangoo o una Fiat Fiorino, pero era una de esas utilitarias blanca”, contó otro, y agregó exponiendo el modus operandi: “Un hombre se queda adentro (del vehículo) mirando el celular o leyendo un diario y se detiene donde hay muchos autos. Por ejemplo, acá en el Sanatorio San José (de 56 y 8, Villa Elisa) le robaron en pleno día a tres autos, una persona se le acercó a preguntarle al de la utilitario si vio algo, pero puso primera y se fue”.
Connivencia entre policías y ladrones
Enojados, muchos frentistas se preguntaron por los motivos de la falta de respuesta policial, y ante diario Hoy un residente de City Bell explicó: “No hacen nada porque está de acuerdo con los chorros. Siempre es lo mismo: saben quiénes son pero no hacen nada. La zona está liberada, como todas, solo que es por turnos y ahora le está tocando a City Bell. Después va a ser otra”.
“No solo pasa en City Bell, sino que en Villa Elisa también ocurre. A las tres de la tarde no te dejan ni las ruedas del auto en pleno centro. Te roban caminando en la plaza, a cien metros de la comisaría”, manifestó una vecina, y otro dijo: “Hace un mes más o menos, en el barrio que está atrás de la Shell del arco, se metieron a la madrugada y levantaron de a dos ruedas por coche de todos los que estaban en la calle”.
“Los jefes de calle recaudan para el comisario. Se pasan los sobres unos a otros, hasta llegar arriba”, denunció un frentista, quien aseveró que “el martes, a las 8.20, me arrancaron la rueda de auxilio en 473 bis y 15 y nadie vio nada”.
Números impactantes
Solo para tener un parámetro de la magnitud de estos casos, una rueda no vale menos de $25.000 y el precio puede ascender hasta los $90.000, dependiendo los modelos. A los delincuentes no les lleva más que un par de minutos sacar un neumático, y hay bandas que se apoderan de hasta de diez por día, según voceros policiales. Pero claro que los robos abarcan toda la ciudad.
En las ultimas horas se conoció un nuevo incidente, a las 21.40 del viernes en 19 y 60. Una cámara de seguridad registró el momento en el que dos malhechores a bordo de un Volkswagen Gol de color blanco y vidrios polarizados se bajaron del mismo y enfilaron hacia un coche estacionado. Mientras uno hacía de campana, su cómplice sacó en menos de 90 segundos la cubierta y llanta delantera del vehículo.