Elevaron a juicio el caso del preso fallecido en la comisaría de Tolosa

Es por “averiguación de causales de muerte”, pero los abogados sostienen que se trató de un homicidio concretado por los agentes policiales. Además, afirman que el servicio penitenciario torturó a un testigo de identidad reservada

La causa que investiga la muerte de Maximiliano Velázquez, ocurrida a fines de septiembre último en la comisaría de Tolosa, fue elevada a juicio y quedó radicada en el Tribunal Oral en lo Criminal n°1 de La Plata.

“Se pidieron oficios porque no hay ningún llamado al hospital ni a una ambulancia, supuestamente (los policías) lo habían hecho. El único teléfono que aparece no sabemos a quién corresponde. El otro día estuvimos con la familia de la víctima y con (el fiscal) Marcelo Romero”, le dijo a este medio Martina Raffetto, que junto al abogado Julián Rimada representan a los particulares damnificados.

La letrada comentó que, a pesar de haber sido elevada la causa, “no se individualizó el delito”, cuya carátula es “averiguación de causales de muerte”, mientras que para los abogados se trató de un homicidio. 

Raffetto recordó que la víctima se descompensó alrededor de las 3 de la madrugada del 21 de septiembre de 2016 en el baño de la comisaría Sexta. “Empezaron a llamar a la Policía para que lo saquen, lo arrastraron a un patio intermedio y ahí lo dejaron un rato más. Los otros presos veían que aún respiraba y pidieron ayuda. En su momento, los reclusos declararon que a Velázquez lo tiraron como a una bolsa de papas”, señaló.

De acuerdo a los informes de los letrados, al damnificado “no le hicieron RCP ni recibió asistencia. En la autopsia salió que la hora de muerte fue a las 9 de la mañana”. Asimismo, en el acta está la firma de un médico pero dudan de que hayan atendido al preso.

Testigo en peligro

A raíz de esta muerte, declararon testigos ante Romero. A uno de ellos, de identidad reservada, “lo están matando a golpes por declarar contra la Policía. Fui al sexto habeas corpus, porque necesito sacarlo de la unidad”, señaló Raffetto.

Se trata de un recluso que afirmó frente a Romero que los uniformados lo presionaron (a él y a otro interno) para que no contaran lo que había pasado, porque si no “se iban a comer un montón de años adentro”. Además los golpearon para que dijeran que Velázquez “se descompensó y murió”, explicó la letrada. 

Por ello, la abogada enfatizó que el testigo sufrió severas represalias en la unidad en la que se encuentra, y que ya se iniciaron dos causas contra el personal de Servicio Penitenciario Bonaerense porque “lo están matando a trompadas”. 

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