Engaños, dinero y secuestro en un asesinato de hace 16 años

Durante el primer juicio fueron condenadas las autoras del crimen de María Laura Álvarez, cuyo cuerpo apareció quemado en La Plata. Ahora se juzga a su exnovio y a la hija de él, acusados de ser los autores intelectuales

En el día de ayer se reanudó el segundo juicio por el caso de María Laura Álvarez (22), la mujer que apareció calcinada en Gonnet en noviembre del año 2000. Actualmente, se los acusa a Wilfredo Percy Incio Chepeyquen y su hija, Mayra Incio Loretto, de ser los autores intelectuales del crimen.

En el marco de la causa que lleva adelante el Tribunal Oral Nº3, el padre de la víctima, Eduardo Álvarez, relató: “Vivía con mi hija y mis padres en Isidro Casanova, desde enero de 1999. Ella trabajaba en la Clínica San Cayetano”. 

Allí, María Laura conoció a Chepeyquen y mantuvo una relación sentimental con él que duró menos de un año, aunque sus padres no estuvieron de acuerdo, ya que el hombre le llevaba más de 30 años de diferencia. 

Asimismo, Álvarez comentó que los tres hermanos de la joven habían fallecido, y que ella estuvo bajo tratamiento psicológico. Cuando comenzó a salir con el médico, “me dijo que había conocido a un chico y que era mecánico, de 27 años, de nombre Fernando, pero era todo ficticio. En realidad se trataba de Percy, ella me lo ocultaba porque suponía que no me iba a gustar, y no se equivocaba”.

El testigo relató que, tiempo después, la relación entre el acusado y su hija habría terminado: “En junio, vendimos la casa familiar de Ramos Mejía y repartimos el dinero con la mamá. Fui a un banco de la zona y deposité un poco más de 28.000 dólares en un plazo fijo a 30 días”.

El llamado clave

El 8 de noviembre, María Laura recibió un llamado. Después del mediodía llegaron a buscarla en un auto marca Fiat dos mujeres, una de ellas aparentemente embarazada, con quienes la víctima se fue. 

Horas después, su padre recibió un llamado pidiendo rescate: “Papi, me tienen secuestrada, dales la plata del banco o me matan”, decía la joven.

 Los captores “tenían el dato del plazo fijo (que vencía al día siguiente). El 9 de noviembre quedó sentenciada la vida de mi hija”, sostuvo Álvarez, y recordó que una de las acusadas se había colocado una panza falsa para llevar a cabo el engaño. Luego, el testigo le comunicó a su exesposa lo que estaba sucediendo: “¿Quién puede saber que maña vence el plazo fijo? A los dos se nos ocurrió la misma idea: Percy Incio”, enfatizó. En 2004, la esposa del médico, Elida Irene Disopra (72), y una amiga, la tarotista Mirta Orellana (52), confesaron ser las autoras del hecho y fueron condenadas a prisión perpetua. Mediante la ley del dos por uno, recuperaron la libertad en 2011.

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