Escalada delictiva infernal: ladrones entraron dos veces a un edificio y siguen libres

Mientras la Policía platense se dedica a hacer enroques de comisarios y a circular por las calles céntricas para controlar que se esté cumpliendo la restricción horaria impuesta por el Gobierno nacional en el marco del coronavirus, los delincuentes continúan haciendo de las suyas sin que nada ni nadie los detenga. Con apenas una semana de diferencia, se produjeron dos terribles crímenes en el marco de asaltos, uno de los cuales todavía continúa sin resolverse, pero además se le sumaron otros incidentes que tienen dos puntos en común: repiten características delictivas y permanecen impunes.

Así como este diario informó en exclusiva la serie de robos que se produjeron en las últimas horas en un edificio de 54 entre 15 y 16, lo mismo sucedió ahora en otro emplazado en el conflictivo e inseguro barrio de El Mondongo.

Tal como se observa en al menos una cámara de seguridad del lugar, dos delincuentes (uno encapuchado y el otro con gorra) ingresaron por la puerta principal de la edificación de 115 y 67, sin forzarla, ganaron el interior y se metieron en un depósito. De allí se llevaron dos bicicletas y huyeron con las mismas a toda velocidad. Sin embargo, no conformes repitieron el accionar tan solo 48 horas después, donde se manejaron con el mismo modus operandi y se llevaron otros dos rodados.

Pese a que los ilícitos fueron calcados, ninguna fuerza policial fue capaz de advertir la maniobra a tiempo y ambos casos se mantienen impunes, sin que siquiera haya alguna pista para dar con los implicados, pese a que quedaron filmados.

“El mundo del revés”

“Es el mundo del revés: si tenés un negocio abierto a las 19.30, para intentar llevar el pan a tu casa, te multan. Ahora, si circulás a las 22.30, como se vio en el video que pasó, para cometer un asalto, no pasa nada. Así nos manejamos en La Plata”, dijo un vecino. Otro apuntó con ironía: “Qué linda sociedad. Me gusta cómo los nenes se entretienen. Cultura del trabajo, cero. Todo a lo fácil”. Un tercero expuso: “Ya sabían dónde estaban las bicis y parece que tenían las llaves. Qué sencillo se les hace todo”.

Por último, uno señaló: “¿La Policía para qué está? Para perseguir al que trabaja pero al chorro lo dejan actuar tranquilo”.