etcheverry

Haciéndose pasar por policías, entraron a los tiros, los maniataron y los desvalijaron

Cinco delincuentes armados irrumpieron en una casa de Etcheverry, los encerraron en una habitación, envenenaron a sus perros y se llevaron todo lo que encontraron a su paso.

Una violenta entradera se registró en la localidad platense de Etcheverry, en la que un grupo de delincuentes armados, uno de los cuales estaba vestido de policía, irrumpió en una quinta de la zona. Luego de golpear y maniatar a dos familias que viven allí, escaparon con una camioneta, dinero en efectivo y demás elementos de valor.

De acuerdo a la información a la que accedió diario Hoy tras hablar con los allegados a las víctimas, todo sucedió entre las tres y las cuatro de madrugada en una vivienda ubicada en las calles 238 y 58. Hasta allí llegaron cinco ladrones, quienes ingresaron a los tiros. Primero simularon un allanamiento, pidiendo por la presencia de un hombre de apellido Rojas, al tiempo que exigían que les entregaran las drogas.

Toda la situación su fue tornando cada vez más tensa y los maleantes comenzaron a atacarlos físicamente, pegándoles en la cabeza con el palo de una pileta. Luego, los ataron con cables y los encerraron en una de las habitaciones de la propiedad, incluidos siete niños que estaban presentes en el momento del asalto, de los cuales cuatro pertenecen a una familia y los restantes a la otra.

Con los moradores reducidos, los malvivientes comenzaron a recorrer todos los rincones mientras pedían que les dijeran dónde guardaban los dólares. Después de varios minutos de terror, los sujetos se alzaron con un gigantesco botín compuesto por televisores, celulares, camas, frazadas, garrafas y hasta mercadería que encontraron en el interior de la finca.

Huyeron y son intensamente buscados

Además, se llevaron dinero en efectivo cuya suma total no fue estimada, pero rondaría los 50.000 pesos, que los damnificados tenían a modo de ahorro. Todos los objetos los cargaron en una camioneta 4x4 de color negro que era de una de las familias y, en un acto de crueldad absoluta, antes de darse a la fuga les envenenaron a sus perros.

Debido a los golpes que recibieron en sus cabezas, los damnificados presentaban cortes en el cuero cabelludo y por la profundidad de las heridas perdieron mucha cantidad de sangre. De todos modos, cuando ya estaban a salvo, una vez que los delincuentes huyeron sin ser identificados, las víctimas llamaron al 911 y realizaron la denuncia correspondiente.

Los efectivos policiales de la comisaría Decimoquinta se hicieron presentes en el lugar y los peritos realizaron las tareas de rutina para intentar recolectar algún dato certero que permita identificar a los sospechosos. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, los cinco malvivientes continuaban prófugos de la justicia y poco se sabía acerca de sus paraderos.

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