Jubilada y su nieta, víctimas de una violenta entradera en Ensenada

Ocurrió en 124 entre 49 y 50, cuando un ladrón ingresó a la vivienda tras saltar un paredón. Atacó a culatazos al novio de la joven y golpeó a la anciana. Los dejó encerrados y escapó con dinero y objetos de valor

La inseguridad continúa en las calles de la región y en esta oportunidad una jubilada, su nieta y la pareja de esta fueron víctimas de un violento delincuente, que los golpeó y amenazó de muerte. Lo curioso del hecho es que un patrullero había visto al ladrón entrar a la casa saltando un paredón, pero creyeron que se trataba de alguien que se estaba escondiendo por estar sin permiso para circular y lo ignoraron.

Todo sucedió en horas de la noche, en dos casas ubicadas en 124 entre 49 y 50; en la de adelante vive una jubilada de 84 años, mientras que en la parte de atrás del terreno reside su nieta y el novio de esta. Eran cerca de las 23 cuando la joven escuchó unos ruidos y, al asomarse por la ventana, vio a un sujeto saltar el paredón de su hogar.

Antes de que pudieran pedir ayuda, el hombre irrumpió en el inmueble y, a punta de pistola, amenazó a la muchacha y su pareja. Los obligó a tirarse al piso y luego comenzó a recorrer el interior en busca de efectivo y objetos de valor. En segundos, el individuo se apoderó de 8.000 pesos, pero lejos estaba de terminar allí la pesadilla de las víctimas.

De inmediato se dirigió a la vivienda de la jubilada, quien estaba ajena a la sucedido, llevando bajo amenaza consigo a la pareja, para así poder entrar. En cuanto la abuela abrió la puerta, el ladrón la derribó de un fuerte empujón y luego le dio un culatazo en el rostro al novio de la chica, mientras que a ella le rompió los anteojos.

Con las víctimas reducidas, las amenazó de muerte y rápidamente se dedicó a revisar el lugar, sustrayendo más efectivo y otros elementos. Luego los encerró en una habitación y se dio a la fuga. Libres de su captor, los damnificados dieron aviso al 911.

Aquí ocurrió lo insólito del hecho, porque cuando llegó el patrullero los agentes reconocieron la casa y dijeron que minutos antes habían visto a un hombre saltar la reja, pero le restaron importancia porque creyeron que se trataba de alguien que estaba escondiéndose por no tener permiso para circular. Al cierre de esta edición, el sospechoso continuaba todavía prófugo.

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