La casa del horror: se conocieron detalles de las mujeres secuestradas por años en Abasto

Su captor tenía al menos cinco perfiles en Facebook, por los que conoció a una de las víctimas. Los investigadores analizan si el salvaje también golpeaba y violaba a las chicas

Mientras N., la mujer de 32 años secuestrada durante tres años junto a su hija de 14, L., y con un retraso madurativo, se recuperan en un refugio del infierno vivido en una casilla de Abasto, su captor continúa preso y ahora la Justicia analiza si también las golpeaba y las abusaba sexualmente.

Felixsiano Foxeel Suganda, el imputado de 47 años oriundo de la ciudad entrerriana de Viale, por el momento afronta una causa por “privación ilegítima de la libertad”. Incluso, los detectives del caso sospechan que en todo este tiempo, desde que retuvo a las víctimas desde 2018 hasta el sábado, pudo haberlas golpeado para que no intenten escapar, y también violado.

Por lo pronto, se supo que el sujeto tenía al menos cinco cuentas de Facebook y por una de ellas conoció a N., que vivía junto a su hija en Mar del Plata. Iniciaron una supuesta relación sentimental y él la convenció para que se viniera a vivir a nuestra ciudad, a lo que ella aceptó.

Se instalaron los tres en la propiedad de él, ubicada detrás de una gomería sobre el kilómetro 43 de la ruta 2. Sin embargo, en un momento dado ella le dijo que quería terminar la relación pero él no lo aceptó y la secuestró junto a la menor de edad. Ambas vivieron todo este tiempo encerradas, en condiciones de extrema precariedad y falta de higiene.

Le robaba su dinero

N. solo podía salir una vez al mes para ir al banco y cobrar la Asignación Universal por Hijo de la que es beneficiaria, y lo hacía con Felixsiano, quien después se apoderaba del dinero. En cuanto a él, no posee empleos en blanco registrados aunque sí cobra una pensión, además de tener múltiples planes sociales en Anses, mientras que no tendría en principio antecedentes penales.

En un momento dado, N. accedió a un teléfono y llamó al número del organismo municipal 144. Relató su calvario y la denuncia llegó hasta la UFI 7, que ordenó una intervención.

Así, el sábado a las 19.20 agentes de la comisaría Séptima llegaron al terreno y escucharon los desesperados gritos de las víctimas, pidiendo auxilio. En presencia de testigos, los efectivos patearon la puerta y encontraron a las mujeres, que estaban abrazadas.

Fueron rescatadas, asistidas por diferentes organismos y trasladadas a un refugio, para su contención. Ahora, los investigadores buscan establecer si N. padece también una patología del desarrollo mental. En tanto, se supo que su hija recibía tratamiento en un hospital público por su condición.

Noticias Relacionadas