Caso Mercerat
La esposa del principal testigo denunció que intentaron secuestrarla
La mujer dijo que una combi la siguió hasta frente a su casa, en Melchor Romero. Sospecha que es una intimidación porque su marido declaró en la causa por explotación de la prostitución.
Mirta del Conde es la esposa de Marcelo Bardella, y denunció que el domingo intentaron secuestrarla en Melchor Romero. Su marido es uno de los implicados en la causa en la que se encuentra detenido el empresario platense Fernando Mercerat, imputado por presunta “prostitución de personas mayores agravado por la vulnerabilidad de las víctimas”. Según su relato, alrededor de las 20 volvía de su trabajo y en 159 y 520 la interceptó una combi que venía detrás de ella y le tocó bocina dos veces. Luego el conductor frenó y abrió las puertas del vehículo, ante lo cual la mujer salió corriendo y logró ingresar a su domicilio.
Sin embargo, el rodado quedó estacionado unos 20 minutos frente a la vivienda, para después arrancar y continuar su trayecto en dirección a 511. “El lugar es muy descampado, con muy poco movimiento de personas y vehículos. A esta camioneta la vimos pasar, reiteradas veces, el 19 de marzo”, comentó Del Conde.
Por ello, el abogado que representa a Bardella, Christian Parodi, realizó ayer una presentación escrita en la Fiscalía n°15 para que el relato de la mujer sea incorporado al expediente donde se investiga a Mercerat como supuesto líder de una red de prostitución. Para ellos, se trata de una maniobra de intimidación por parte de la banda de explotadores sexuales, porque la declaración del albañil fue clave para meter preso al empresario.
Graves delitos
Mercerat se encuentra detenido desde octubre del 2020, acusado de utilizar las propiedades de los clientes de su inmobiliaria para prostituir personas, actividad por la cual habría cobrado una importante suma de dinero de manera mensual. En tanto, Bardella era empleado del lugar y su trabajo consistía en hacer reparaciones de albañilería, plomería y fontanería en general.
Luego de que el albañil fuera arrestado, declaró y dio datos precisos sobre cómo se habrían llevado los ilícitos. Después, fue beneficiado con arresto domiciliario, mientras que al empresario la Cámara de Apelaciones le confirmó la prisión preventiva.