La situación de los vecinos de City Bell con la Policía no da para más: “No hacen nada”

Tras el ataque que sufrió una joven en pleno centro, todavía impune, los frentistas dijeron que pese a los llamados al 911 el patrullero “tardó una hora en llegar”.

Los vecinos de City Bell no salen del estupor que causó el intento de asalto a una joven de 23 años. La misma estaba esperando el micro en la parada ubicada en pleno centro de la localidad del Norte platense, nada menos que en Cantilo y camino Centenario, frente a la estación de trenes.

Desde hace ya un largo tiempo que los vecinos de la zona viven lamentándose de la falta de seguridad en un sitio otrora tranquilo e ideal para descansar, un lugar repleto de casas quinta donde todo el mundo salía a caminar y pasear sin ningún problema, ni mucho menos miedo. Hoy eso cambió y por ese motivo, durante buena parte del año pasado, los frentistas llevaron a cabo numerosas marchas, todos los jueves, que partían desde la plaza San Martín y llegaban hasta la Belgrano, ubicada en el corazón de City Bell.

Sin embargo, sus pedidos nunca fueron escuchados y los delincuentes siguieron moviéndose a sus anchas, conscientes de que tienen “la zona liberada”, como denuncian los vecinos, por lo que “la Policía nunca va a agarrarlos, porque están entongados”.

“La Policía jamás se acercó”

Prueba de esas fuertes palabras vertidas ante este multimedio por muchos residentes de la localidad es lo que pasó tras el ataque a la chica en la parada del colectivo. El mismo tuvo lugar a las 21.30 del martes, cuando un hampón la sorprendió por la espalda y la tomó del cuello para luego exigirle sus pertenencias.

Una vecina indicó: “Llamé a la Policía y nunca llegó. Lo hizo recién después de casi una hora”, a lo que otro expuso: “Fue adrede, tienen que llegar tarde para no agarrar al delincuente, ya que trabajan en connivencia. Ellos liberan la zona y después se reparten lo que las lacras hayan robado”.

Una familiar de la víctima dijo que “gracias a Dios está bien y agradezco a las dos personas que la ayudaron y la contuvieron hasta que llegamos nosotros, sé que una es la boletera de la estación. La Policía jamás se acercó a pesar de los llamados. La verdad que es un peligro, no hay seguridad, la garita está vacía y no hay dónde pedir ayuda”.

Cambio de titular, pero el mismo problema

Otra de las quejas estuvo en la cantidad de cambios de titulares que ya tuvo en los últimos años la comisaría Décima, con jurisdicción en la zona. Ahora volvieron a modificar a quien estaba, y en su lugar llegó Maximiliano Madueño, quien tuvo un paso por la seccional Decimocuarta de Melchor Romero.

“Ni comisario hay, imaginate. Es lamentable lo que tuvo que pasar esta chica. Ojalá la encuentren a esta lacra”, rogó una frentista y otro fue por ese mismo carril: “Menos mal que cambiaron al comisario. Vino el que estaba en Romero, se prestan la banda de la inoperancia”.

Y otras dos quejas fueron: “Está terrible la situación. A mí me robaron dos máquinas que uso para trabajar, que cuestan entre ambas casi un millón de pesos, y la Policía no hace nada”. “La verdad es que es un peligro, hay una garita pero brilla por su ausencia, como todo lo relacionado a la seguridad”.

No está de más aclarar que el malviviente que agredió a la mujer en la parada continúa prófugo, y lo único que se sabe de él es que tenía un tatuaje en la mano, era delgado y llevaba campera negra.

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