Ladrón serial ataca carnicerías y librerías pero la Policía no lo atrapa

Una librería platense se convirtió en las últimas horas en la nueva víctima de la terrible y despiadada inseguridad que se vive a diario en la ciudad, y los dueños del lugar sospechan que los implicados podrían ser los mismos que ya cometieron otros atracos por la zona.

Fuentes policiales indicaron que, en esta oportunidad, un joven, posiblemente menor de edad, se acercó hasta una librería del barrio de San Carlos, cuando la misma ya había cerrado al púbico. Una de las personas que allí trabajan indicó que el sujeto iba en bicicleta y se apoyó en el vidrio del local, para después comenzar a mirar para todos lados.

Cuando vio la posibilidad, ya que no había testigos, forzó la puerta y ganó el interior. Lo recorrió hasta dar con una máquina, de la cual se apoderó y salió. Sin embargo, entró una vez más y se llevó directamente un grupo electrógeno.

Regresó a la bicicleta, que había dejado afuera y, con el botín entre sus manos, se dio a la fuga rumbo hacia la calle 139.

Las víctimas, al ver la cámara de seguridad, descubrieron que el hampón es el mismo que horas antes había actuado sobre dos carnicerías, una emplazada en 38 y 134, de donde huyó con una moto que uno de los empleados había comprado y todavía está pagando. El otro comercio queda en 67 entre 24 y 25. De allí sustrajo el dinero de la caja y diferentes elementos de valor. Los damnificados señalaron que el caco tenía la misma bicicleta en todos los hechos y las mismas características físicas.

Pese a la reiteración de asaltos, y bajo diferentes tipos de modalidades, las autoridades de la Fuerza no lograron hasta el momento dar con él.

“Pese a que ya cometió muchos hechos, todos iguales, la Policía no puede encontrarlo. Es insólito. Más que insólito, es sospechoso ya. Esta zona, como tantas otras en La Plata, está totalmente liberada”, se lamentó un vecino de San Carlos.

También en El Mondongo

En tanto, el barrio El Mondongo volvió a sufrir la inseguridad, como cada día. En esta oportunidad, un solitario asaltante se acercó a bordo de una bicicleta hasta un auto estacionado en 117 entre 65 y 66, la noche del jueves.

Sin que nadie lo detectara, levantó el capó del coche e, impunemente, se robó la batería. Poco después un frentista, al advertir lo que sucedía, se comunicó con el 911, pero nada pasó. “La Policía llegó tarde”, puntualizó la persona que radicó la denuncia.

Los vecinos no dejaron pasar la oportunidad de lamentarse de cómo viven ahí y de responsabilizar a los agentes de la ley. “Llegan tarde para lo que quieren, porque en otros casos tenés a 25 patrulleros”, dijo uno, y otro señaló: “Qué raro que lleguen tarde. Es un país lamentable, corrupto”.

Un tercero alertó: “También están robando ruedas. A mí me robaron hace un tiempo la rueda de auxilio y, el fin de semana, volvieron a intentarlo porque me dejaron el soporte de la rueda tirada en la calle”.