Motochorros asaltaron a un docente y le quitaron su bicicleta

Los delincuentes abordaron a la víctima mientras transitaba por Barrio Norte y en apenas unos segundos le robaron el rodado para luego escapar.

La situación de inseguridad en Barrio Norte está cada vez más compleja y los asaltos se repiten en todo momento. En ese marco, se registró un nuevo episodio a muy pocas cuadras de la plaza Olazábal, en la que dos motochorros asaltaron a un docente y en escasos segundos le arrebataron su bicicleta y otras pertenencias que llevaba consigo.

De acuerdo a lo relatado por el damnificado, los hechos ocurrieron al caer la noche en la zona de las calles 5 y 36, por donde se desplazaba a bordo de su rodado. De pronto fue sorprendido por los delincuentes que iban a bordo de un ciclomotor, quienes se le pusieron a la par y lo amenazaron utilizando un arma de fuego para evitar que escapara.

Además de intimidarlo a punta de pistola, los maleantes lo tiraron al piso de manera brusca y ya con la víctima indefensa, uno de ellos descendió de la moto y agarró la bicicleta.

Como si todo esto fuera poco, también le arrebataron algunos objetos personales que tenía encima, aunque la mayoría de ellos son de insignificante valor monetario, ya que eran utilizados por el profesor para dar clases.

Toda la secuencia dura menos de un minuto, tan solo unos treinta segundos entre que el docente es abordado por los ladrones que, con un empujón, lograron desestabilizarlo para luego escapar a gran velocidad en sentido contrario a la calle y huyendo por la vereda. Todo el asalto quedó registrado por una cámara de vigilancia instalada justo enfrente del lugar del salvaje ataque.

Los cacos siguen prófugos

De acuerdo a la información que trascendió, sumado al rodado, los maleantes se alzaron también con la mochila del profesor, que en su interior tenía varios libros que había comprado hacía muy poco para utilizarlos en sus clases, además de los anteojos necesarios para leer. En tanto que el propio damnificado aseguró que “la bici la usaba para ir a las escuelas”.

Una vez que quedó a salvo, realizó la denuncia correspondiente en la comisaría Segunda con ­jurisdicción en la zona y poco después obtuvo la grabación del dramático momento. De esta forma, busca la colaboración de los vecinos en el caso de que los delincuentes hayan descartado el material en los alrededores.

“Quiero que se difunda, por favor, el barrio está terrible”, manifestó el docente sobre lo sucedido. Por lo pronto, los sospechosos no fueron identificados y hasta el cierre de esta edición continuaban prófugos de la Justicia.

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