Nuevo ataque de quemacoches y otra familia sin consuelo

Esta vez fue en calle 170 y 522. El propietario del vehículo despertó por la madrugada y se encontró con el incendio. Los vecinos de los diferentes barrios ya no saben qué hacer para frenar el vandalismo 

Una explosión despertó a Leonardo Barrientos, ayer a las 4, mientras estaba durmiendo. El ruido le advirtió que algo estaba sucediendo en la vereda de su casa del barrio de Romero. Cuando se asomó, las llamaradas ya estaban sobre su auto, un Renault 11 TS, dominio RHR 385. La primer reacción fue gritarle a los integrantes de su familia que el coche estaba prendiéndose fuego y advertirles sobre el peligro que corrían si las llamas se expandían hacia la casa y explotaba el tanque de gas.

El hecho tuvo lugar en un domicilio de calle 170 y 522, donde Trama Urbana entrevistó en exclusiva a la familia afectada. Micaela, la hija del dueño del rodado, relató: “Estábamos durmiendo cuando mi papá, desde su pieza, que tiene una ventana que da al pasillo, escuchó un estruendo y empezó a los gritos. No sabemos si fue la explosión de un vidrio o de una goma, porque el tubo de gas no llego a explotar. Al asomarse, vio que su auto se estaba prendiendo fuego y, en un tramo de diez minutos, ya no se podía salir por el frente de la casa. Vimos desde el fondo cómo se incendiaba el vehículo y esperamos. Lo primero que hicimos fue llamar a los bomberos, pero no hubo respuesta. Estuvimos entre media hora y cuarenta minutos aguardándolos, tiempo durante el cual terminó de consumirse el auto”, agregó Micaela sobre lo que vivieron. 

Momentos angustiantes

La damnificada, además, contó que se tuvieron que ir “al fondo, porque teníamos miedo a que el tubo de gas explote. Afortunadamente, el tanque estaba casi vacío y tenía un seguro en la válvula que se cerró. Igualmente, no quedo nada, solo restos del rodado. La Policía llegó atrás de los bomberos, ninguno pudo asistirnos”.

El vehículo perdido “lo estaba reconstruyendo, le hizo el motor nuevo. Lo había sacado para llevarlo al taller, es el auto de la familia y lo tenemos hace tres años”, declararon las víctimas.  

Ya que el automóvil no contaba con la cuota actualizada del seguro, la familia deberá hacerse cargo de la pérdida material. Hasta el cierre de esta edición, aún no se encontró a los responsables.  

Abandonados por la Policía

Después del accidente, no pudieron volver a dormirse “escuchamos que pasaban muchas motos y, como nos quedamos preocupados, llamamos para que pase un patrullero. Estuvimos toda la noche mirando y no pasó ninguno. Hace poco tiempo se prendió fuego una casa y murieron niños, fue otro caso en el que los bomberos tardaron en llegar. Desde ese hecho, realizamos reuniones entre los vecinos para pedir que mejoren el servicio de la Policía y de los bomberos. Sin embargo, no cambió nada en el servicio”, explicaron finalmente. 

La causa fue caratulada como “incendio de automotor” y actuó en el lugar la UFI en turno junto con la comisaría Decimocuarta, a cargo de Juan Ramón Verón. 

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